La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que las vacunas orales contra la poliomielitis (OPV) son responsables de un brote mortal de poliomielitis en Papúa Nueva Guinea. Se ha detectado el poliovirus derivado de la vacuna tipo 2 (cVDPV2) en dos niños sanos de la ciudad de Lae, en la provincia de Morobe. Esta alarmante admisión, reportada a principios de este mes por el Punto Focal Nacional de Regulaciones Sanitarias Internacionales de Papúa Nueva Guinea, ha reavivado las preocupaciones globales sobre la seguridad de las campañas de vacunación contra la poliomielitis.
El término “derivado de la vacuna” indica que el poliovirus se originó a partir de una cepa utilizada en las OPV, que puede mutar en casos raros para volverse transmisible y patógeno, especialmente en comunidades con baja inmunización. Según la OMS, el brote se debe a tales mutaciones, lo que permite que el virus se propague y cause enfermedades en poblaciones vulnerables. La detección del cVDPV2 en muestras fecales de niños asintomáticos subraya los riesgos ocultos de las cepas derivadas de vacunas que circulan sin ser detectadas.
Investigaciones recientes
Un estudio revisado por pares publicado el mes pasado amplifica estas preocupaciones, revelando que el 80% de los receptores de la vacuna oral contra la poliomielitis pueden eliminar el virus, lo que potencialmente infecta a otros. El estudio también sostiene que las cepas derivadas de vacunas resultan en un 828% más de casos de parálisis que el poliovirus salvaje, desafiando así la narrativa sobre la seguridad relacionada con las OPV. Estos hallazgos han alimentado críticas hacia las estrategias globales de vacunación, con opositores argumentando que los riesgos asociados a brotes inducidos por vacunas han sido minimizados durante décadas.
La OMS ha catalogado la situación en Papúa Nueva Guinea como “grave”, lo que ha llevado a llamados urgentes para mejorar la vigilancia y realizar esfuerzos específicos de inmunización para contener el brote. No obstante, los críticos exigen mayor transparencia y una reevaluación del uso de OPV, citando el potencial para más casos derivados de vacunas. A medida que la comunidad sanitaria global enfrenta esta crisis, esta admisión marca un momento crucial en el debate continuo sobre la seguridad vacunal y las políticas públicas sanitarias.
Detalles sobre el brote
Según un comunicado emitido por la OMS, “la detección del poliovirus salvaje (WPV) o del poliovirus derivado de vacunas (VDPV), incluso en muestras tomadas de niños sanos, se considera un evento grave para la salud pública”. Las pruebas genéticas confirmaron que el virus provenía de la vacuna.
“Todos los aislamientos fueron clasificados como cVDPV2 y estaban genéticamente vinculados a una muestra ambiental detectada el 4 de abril de 2025. La secuenciación genética reveló diferencias nucleotídicas entre 18 y 19 respecto a la cepa Sabin 2 utilizada en la vacuna”, señala el comunicado. La OMS caracterizó explícitamente esta situación como un “brote”.
“La detección del poliovirus tipo 2 circulante se clasifica como un ‘brote’ según los Procedimientos Operativos Estándar del Iniciativa Global para la Erradicación de Polio (GPEI)”, añade.
Recomendaciones ante el brote
A pesar del aumento en los casos relacionados con una tasa elevada de vacunación, WHO recomienda aumentar aún más las campañas vacunales. “Dada la cobertura subóptima en inmunización rutinaria del país, especialmente a nivel subnacional, se considera alto el riesgo potencial de propagación local”, advierte.
“Se aconseja a todos los países—especialmente aquellos con viajes frecuentes y conexiones con áreas afectadas por polio—fortalecer tanto la vigilancia aguda por parálisis flácida (AFP) como la vigilancia ambiental mientras mantienen altos niveles de cobertura inmunológica para detectar rápidamente e intervenir ante importaciones virales y prevenir su propagación cerrando brechas inmunitarias”, concluye.
A medida que avanza esta situación crítica, queda claro que las recomendaciones apuntan a intensificar los esfuerzos vacunales frente al desafío planteado por las cepas derivadas del virus.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
80% |
Porcentaje de receptores de la vacuna oral contra la polio que pueden eliminar el virus. |
828% |
Aumento en los casos de parálisis causados por cepas derivadas de la vacuna en comparación con el poliovirus salvaje. |
49 |
Total de casos confirmados de parálisis flácida aguda (AFP) causados por cVDPV2 entre el 1 de enero y el 12 de mayo de 2025. |
73% |
Tasa de cobertura de vacunación para bOPV en Lae City, Papua Nueva Guinea. |
90% |
Tasa de cobertura de vacunación para IPV1 en Lae City, Papua Nueva Guinea. |