Ecuador, que hace unos años era considerado uno de los países más seguros de América Latina, se encuentra actualmente en medio de una grave crisis de violencia. Las cifras de homicidios han alcanzado niveles récord, y muchos de estos crímenes están relacionados con la intensa actividad de las mafias del narcotráfico. En 2017, durante el último año del mandato de Rafael Correa como presidente, la nación andina registró una tasa de 6 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes, según datos del Banco Mundial. Ese año, se reportaron 970 homicidios.
Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente. El año 2023 se convirtió en el más violento hasta la fecha, con un total de 8.248 homicidios intencionales. Aunque en 2024 la cifra disminuyó a 7.063, el inicio de 2025 no es alentador, ya que hasta ahora se contabilizan 6.797 casos. Según el International Crisis Group (ICG), Ecuador ha pasado a ser el «corazón de la cadena global del suministro de narcóticos». En su reciente informe titulado ‘¿Un paraíso perdido? La lucha de Ecuador contra el crimen organizado’, publicado este miércoles, se indica que aunque el enfoque de mano dura del presidente Daniel Noboa logró reducir temporalmente las tasas de homicidio, la violencia ha vuelto a aumentar y el crimen continúa sin cesar.
Puntos clave en la transformación del país
El informe del ICG identifica al menos seis factores que han contribuido a que Ecuador se convierta en una plataforma para la exportación de drogas hacia mercados en Estados Unidos y Europa.
1. Posición geográfica y puertos
Ecuador se encuentra entre Colombia y Perú, dos de los principales productores mundiales de cocaína. Además, cuenta con puertos marítimos concurridos y una extensa red vial que facilita el transporte de drogas. El puerto de Guayaquil, por ejemplo, es el sexto más grande de la región por volumen de carga y representa una importante salida para las exportaciones ilícitas.
Los traficantes utilizan diversos métodos para ocultar cocaína en contenedores: desde empresas fachada que simulan ser exportadoras hasta plantaciones bananeras donde se empaca directamente en contenedores.
2. Dolarización
A pesar del aumento en la intervención narcotraficante en Ecuador, el ICG señala que tras la dolarización implementada en 2000, «el país ya se había convertido en un imán para grupos criminales que buscaban blanquear sus ganancias ilícitas». Esto ha facilitado grandes transacciones en efectivo y ha atraído a organizaciones criminales.
3. Cambios en el narcotráfico
El ICG describe un «mercado de las drogas en transformación», donde el narcotráfico ha evolucionado desde carteles jerárquicos hacia una red descentralizada compuesta por grupos independientes. En este contexto, Ecuador ha surgido como un nodo crucial donde los grupos locales son absorbidos por redes transnacionales.
Alianzas internacionales y corrupción
Las organizaciones criminales ecuatorianas han establecido alianzas con grupos transnacionales para llevar a cabo operaciones más efectivas. Grupos como Los Choneros y Los Lobos, han forjado vínculos directos con narcotraficantes mexicanos como el Cartel de Sinaloa y el CJNG.
Además, las mafias balcánicas también juegan un papel significativo al establecer conexiones directas con proveedores colombianos y supervisar el transporte hacia Europa utilizando su influencia sobre los puertos ecuatorianos.
5. Desmovilización de las FARC
La desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras el Acuerdo de Paz en 2016 interrumpió las rutas tradicionales del narcotráfico colombiano y reconfiguró el mapa del tráfico hacia Ecuador, colocándolo como un punto central en esta cadena.
6. Corrupción institucional
El ICG destaca que «el crimen organizado se ha infiltrado en las instituciones del Estado ecuatoriano, buscando protección e impunidad». Este fenómeno incluye la cooptación mediante extorsión e intimidación a funcionarios públicos y fuerzas del orden.
Ecuador no estaba preparado para enfrentar esta ola creciente de violencia; durante la presidencia de Lenín Moreno se llevaron a cabo recortes significativos que debilitaron instituciones clave encargadas de seguridad pública.
Estrategia actual bajo Noboa
Bajo el liderazgo del presidente Daniel Noboa desde 2023, quien fue reelegido para un período completo en 2025, se ha adoptado una estrategia agresiva contra la delincuencia organizada. A pesar de haber declarado oficialmente un conflicto armado interno y designar a varios grupos criminales como terroristas, así como desplegar fuerzas militares contra ellos, «la tasa de homicidios cayó un 17 %» durante parte del año; sin embargo, la primera mitad de 2025 ha visto una ola sin precedentes de violencia en todo el país.
La noticia en cifras
| Año |
Tasa/Homicidios |
| 2017 |
6 homicidios por cada 100,000 habitantes (970 crímenes) |
| 2023 |
8,248 homicidios intencionales |
| 2024 |
7,063 homicidios intencionales |
| 2025 (hasta ahora) |
6,797 casos de homicidio |