El gobierno de los Estados Unidos está impulsando una iniciativa para obligar a Google a deshacerse de plataformas clave en el ámbito de la tecnología publicitaria, como AdX y DoubleClick for Publishers (DFP). Las autoridades alegan que la compañía ha mantenido prácticas anticompetitivas durante 15 años, inflando los costos publicitarios, perjudicando a los editores y sofocando a sus competidores.
Se acusa a Google de controlar ambos lados del mercado publicitario, tanto compradores como vendedores, mediante adquisiciones, contratos exclusivos y la agrupación de servicios para eliminar la competencia. Un fallo judicial emitido en 2023 determinó que estas prácticas violaban las leyes antimonopolio.
La defensa de Google
Google argumenta que su tecnología publicitaria está tan integrada que no puede dividirse fácilmente. En lugar de aceptar la demanda del Departamento de Justicia (DOJ) para desmantelar su estructura, propone soluciones conductuales, como abrir sus sistemas de pujas a rivales. La empresa califica la solicitud del DOJ como "innecesaria" y advierte sobre posibles interrupciones para los editores que dependen de sus herramientas.
Este caso recuerda batallas legales pasadas, como las disputas contra Microsoft y AT&T. Si el DOJ tiene éxito, podría marcar el primer gran desmantelamiento tecnológico en décadas, con repercusiones potenciales en otros servicios de Google, como Android y Chrome.
Implicaciones del caso
El resultado del juicio podría transformar la publicidad digital al reducir costos y beneficiar a los editores o, por el contrario, desestabilizar negocios que dependen de Google. Además, este caso pone a prueba cómo los reguladores pueden controlar a gigantes tecnológicos sin obstaculizar la innovación.
Las autoridades federales están decididas a desmantelar lo que consideran un "monopolio en publicidad digital". El DOJ presentó una moción el mes pasado buscando una orden judicial que obligue a Google a escindir sus plataformas AdX y DFP, acusando al gigante tecnológico de sofocar la competencia e inflar los costos publicitarios durante más de 15 años. Este enfrentamiento legal es parte de una campaña antimonopolio más amplia dirigida contra las grandes empresas tecnológicas.
Un panorama incierto
La denuncia presentada inicialmente en 2020 fue reavivada tras un fallo judicial en abril. El DOJ sostiene que Google utilizó tácticas anticompetitivas para dominar ambos lados del mercado publicitario digital. AdX es un mercado esencial para anunciantes y editores, mientras que DFP permite gestionar el inventario publicitario en sitios web.
“La conducta de Google ha tenido el efecto de disminuir la competencia, inflar los costos publicitarios y reducir los ingresos para los editores”, afirmó Jonathan Kanter, fiscal general adjunto. El tribunal encontró que Google había entrelazado ilegalmente sus herramientas publicitarias para consolidar su control sobre el mercado.
Desafíos regulatorios
A medida que se desarrollan estos procesos legales sin precedentes, se plantea una tensión más amplia: cómo regular a las enormes empresas tecnológicas sin frenar la innovación que ellas mismas generan. Independientemente del veredicto final, el imperio publicitario de Google enfrenta su mayor amenaza hasta ahora —una situación que podría redefinir las normas de competencia en la era digital.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
15 años |
Duración de las prácticas anticompetitivas alegadas por el DOJ. |
$20 mil millones |
Monto que Google paga anualmente a Apple para mantener su motor de búsqueda como predeterminado. |
$290 mil millones |
Valor del negocio publicitario anual de Google. |