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Una fuerte tormenta de nieve se acerca a la ciudad de Madrid. Las calles están cubiertas de una capa de hielo y los árboles se balancean bajo el viento frío. ¿Qué hará la Unión Europea para detener el avance del vórtice polar?
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Una fuerte tormenta de nieve se acerca a la ciudad de Madrid. Las calles están cubiertas de una capa de hielo y los árboles se balancean bajo el viento frío. ¿Qué hará la Unión Europea para detener el avance del vórtice polar? (Foto: DALL·E ai art)

Estamos a un paso de un frío extremo: el vórtice polar amenaza con desestabilizarse

Por Virginia González
viernes 13 de enero de 2023, 09:15h

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En un lapso corto de tiempo, pasamos de un invierno extraño y sin características propias de esta estación a temperaturas mínimas récord. El responsable de este cambio es el vórtice polar. Los expertos se preocupan desde hace algunas semanas porque los modelos meteorológicos muestran una ruptura en este vórtice. Y con razón.

Se refiere a una corriente de aire que se mueve desde oeste a este alrededor del polo norte. Cuando esta corriente es fuerte y estable, el frío extremo del polo queda contenido en latitudes altas, lo que impide que baje hacia lugares como España. Uno de los motivos por los que el invierno ha sido tan suave es que el vórtice está "más fuerte" de lo normal para esta época del año.

Si el vórtice polar se desestabiliza y los vientos disminuyen su fuerza, es frecuente que se produzcan escapes de masas de aire frío hacia el sur. Otras veces, el vórtice no llega a romperse, sino que se desplaza desde la zona ártica hasta regiones más bajas, transportando una gran cantidad de aire frío. De forma más o menos intensa, el resultado es el mismo: un intenso frío capaz de alterar cualquier país (incluso los mejor preparados).

En los últimos días, los meteorólogos están ansiosos por una posibilidad que se presenta regularmente para el 20 de enero: el "calentamiento súbito estratosférico". Esto significa que una parte de la troposfera se calienta rápidamente y entra a la estratosfera, lo cual causa un gran cambio en la circulación en altura y desplaza el vórtice polar.

Es importante ser cauteloso. Por el momento no hay certeza de que se produzca un "calentamiento repentino estratosférico"; tampoco sabemos si, en caso de ocurrir, la masa de aire será lo suficientemente grande para alterar el vórtice; ni si, si se rompe el vórtice, el aire frío llegará a España. Estas son solo conjeturas basadas en los datos disponibles. No obstante, debemos tomar en cuenta esta posibilidad y prepararnos para ello.

La megatormenta de EEUU y la tormenta Filomena, que ocurrieron recientemente, tienen algo en común: ambas se debieron a roturas del vórtice polar. Estos eventos son inusuales, pero nos han mostrado que el clima puede cambiar repentinamente.

No estamos preparados para soportar una situación tan difícil. Europa tiene una ventaja estratégica: hemos estado preparándonos para lo peor durante meses y el invierno ha sido suave, por lo que la Unión Europea apenas ha usado el 17% de sus reservas de gas desde que comenzó el año. Sin embargo, este tipo de situación es como una tormenta con mucha nieve, hielo y frío en muy poco tiempo. Cuando hay demasiada acumulación, el colapso está garantizado (más o menos duradero).

No hay garantía de que se alcance el volumen deseado. Un descuelgue de una masa fría desde el polo solo ofrece frío. Lo demás depende de la situación meteorológica actual y todavía quedan muchos días para tener una idea clara de lo que sucederá finalmente.

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