La Unión Europea (UE) ha decidido avanzar en la restricción del acceso de los fabricantes chinos de dispositivos médicos a los contratos de adquisición pública dentro del bloque. Esta información fue divulgada por Bloomberg, que citó a una fuente familiarizada con el tema.
Este lunes, los países miembros de la UE votaron sobre la propuesta, que, si obtiene el respaldo necesario, marcaría un hito al ser la primera medida adoptada bajo una ley de 2022 relacionada con el Instrumento de Contratación Pública (IPI). Este instrumento tiene como objetivo fomentar la reciprocidad en el acceso a los mercados de contratación pública.
Investigaciones y objetivos
En abril del año pasado, la UE inició una investigación sobre las adquisiciones de dispositivos médicos realizadas por China. En enero, se concluyó que Pekín estaba supuestamente vulnerando los intereses de empresas extranjeras. Sin embargo, las partes no lograron resolver estas cuestiones durante las consultas posteriores.
Según Bloomberg, en años recientes, China ha centrado sus esfuerzos en las compras locales y estatales de tecnologías médicas. Esto se debe a la implementación de requisitos que favorecen productos nacionales en diversas categorías de dispositivos, lo que ha permitido al país transformar un déficit comercial en un superávit.
Medidas restrictivas y mercado interno
A través del IPI, la UE busca asegurar la reciprocidad para abrir los mercados de contratación pública de terceros países a las empresas europeas y viceversa. Esto se llevará a cabo mediante la imposición de medidas restrictivas a aquellas compañías que no ofrezcan un acceso similar a su mercado.
En este contexto, desde la UE se afirma que Pekín está promoviendo políticas para alcanzar una participación del 85 % en el mercado interno para las empresas chinas productoras de «componentes básicos de dispositivos médicos» para el año 2025.
Además, se señala que la posible implementación de estas restricciones podría abrir un nuevo frente en las relaciones entre la UE y China. Esto ocurre justo cuando el bloque busca equilibrar su relación con Pekín mientras enfrenta los desafíos derivados de la guerra comercial impulsada por Estados Unidos bajo la administración del expresidente Donald Trump.