Simón Bolívar, conocido por su apellido y el título de Libertador, es una figura central en la historia de América Latina. El 23 de mayo de 1813, Bolívar llegó a la ciudad de Mérida, en el actual estado homónimo, tras haber liderado la Campaña Admirable, una serie de acciones militares que marcaron un hito en la lucha por la independencia. Este esfuerzo se inició desde Nueva Granada, donde se encontraba exiliado después de la caída de la primera República en Venezuela.
Su llegada a Mérida fue parte de una estrategia militar destinada a consolidar el control sobre el occidente venezolano. La ciudad, ubicada en los Andes, había sufrido las consecuencias de un devastador terremoto en 1812, lo que intensificó la emoción del pueblo al recibir al Libertador.
La entrada triunfal a Mérida
Al pisar suelo merideño, Bolívar fue recibido con vítores por los habitantes. La ciudad, aún marcada por las ruinas del sismo anterior, experimentó un renacer emocional con su llegada. El escritor e historiador Tulio Febres-Cordero describió poéticamente este momento, resaltando cómo las calles desiertas cobraron vida y cómo las campanas resonaban para celebrar el arribo del héroe.
“En una hermosa mañana de mayo... es Bolívar que llega”, escribió Febres-Cordero, capturando la esencia del fervor popular.
Bolívar fue recibido formalmente en asamblea pública en la casa Consistorial por representantes de diversas clases sociales. En este contexto, pronunció un breve y elocuente discurso, expresando su júbilo al estar rodeado de ciudadanos virtuosos que habían luchado por liberar a su ciudad del yugo opresor.
El Libertador de América
El título oficial de ‘Libertador de Venezuela’ le fue conferido a Bolívar el 14 de octubre de ese mismo año por la Municipalidad de Caracas. En sus propias palabras, expresó: “Vuestras señorías me aclaman capitán general de los Ejércitos y Libertador de Venezuela: título más glorioso y satisfactorio para mí que el cetro de todos los imperios de la tierra”.
Esta distinción se otorgó debido a su victoria sobre las fuerzas enemigas provenientes de España que habían amenazado al país. Así, Bolívar se consolidó como un líder indiscutible en el proceso independentista latinoamericano.