La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) de Nueva York ha comenzado a implementar un sistema de vigilancia impulsado por inteligencia artificial en el metro de la ciudad. Este sistema tiene como objetivo detectar conductas «irracionales o preocupantes» con la intención de predecir y prevenir delitos antes de que ocurran. La tecnología escanea acciones sospechosas, como mochilas abandonadas o movimientos agresivos, pero no identifica a individuos, presentándose como una forma de «prevención predictiva».
Desde 2021, la gobernadora Kathy Hochul ha priorizado la seguridad en el metro debido a un aumento en los crímenes notorios, incluyendo asaltos y robos. Actualmente, alrededor del 40 por ciento de las cámaras en las plataformas son monitoreadas en tiempo real por operadores humanos. Con la nueva implementación, se espera que el sistema de inteligencia artificial amplíe esta cobertura sin necesidad de aumentar el personal.
Un enfoque controvertido hacia la seguridad
El MTA está colaborando con empresas tecnológicas para desarrollar una tecnología de análisis de video en tiempo real que pueda identificar comportamientos problemáticos y alertar a las autoridades antes de que se produzcan incidentes. A diferencia de los sistemas de reconocimiento facial, este nuevo sistema no identificará a las personas, sino que se enfocará en detectar acciones que puedan representar amenazas potenciales.
La agencia ha descrito este enfoque como una forma de «prevención predictiva», lo cual implica que comportamientos nerviosos o ansiosos podrían ser considerados señales de alerta para las fuerzas del orden. El sistema tiene como fin ampliar la vigilancia sin requerir más personal, notificando automáticamente al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) sobre posibles peligros.
Criticas y preocupaciones sobre la privacidad
Maas argumenta que la inteligencia artificial no es un oráculo infalible; más bien, es un entramado complejo basado en suposiciones humanas y datos defectuosos. Según ella, estas tecnologías prometen progreso pero terminan perpetuando prejuicios existentes bajo la apariencia de innovación.
«Los patrones detectados por estos sistemas reflejarán los mismos puntos ciegos que ya tenemos; solo que más rápido y con una cláusula de negación plausible escondida en un contrato», afirmó Maas. Agregó que mientras el MTA promueve la idea de viajes más seguros, lo cierto es que esto se traduce en un mayor control sobre la población.