Un alto funcionario del Pentágono y un oficial del Ejército de EE.UU., que habrían participado en esta misión de alto secreto en Idlib, "el último bastión islamista del país", han confesado que la misma fue aprobada por el presidente Donald Trump casi una semana antes de que se llevara a cabo.
En un primer momento, el Departamento de Defensa ha comunicado a la Casa Blanca que tenían "alta confianza" en que el "objetivo de alto valor" abatido sería Al Baghdadi, a la espera de la esperada confirmación oficial. Se trata de la caída del terrorista de mayor rango "eliminado o capturado" por los Estados Unidos desde que en el año 2011 se abatiese a Osama bin Laden.
Una unidad del Comando Conjunto de Operaciones Especiales llevaron a cabo la misión el pasado sábado, tras recibir la orden directa del presidente estadounidense hace menos de una semana. El lugar donde se ha llevado a cabo la redada llevaba bajo vigilancia durante semanas.
Al Baghdadi detonó un cinturón con explosivos que llevaba consigo cuando se vio rodeado por los comandos SEAL que participaron en la operación, algo que ha visto la luz en forma de imágenes a través de las redes sociales, pese a que no se ha podido confirmar su autenticidad.
Durante la noche de este sábado, el mandatario de EE.UU. anunció en su cuenta personal de Twitter: "¡Algo muy grande acaba de suceder!", escribía Trump sin dar más explicaciones y desatando todo tipo de teorías a lo largo y ancho del mundo.
Finalmente, el presidente estadounidense ha confirmado la operación este domingo y la identidad del objetivo abatido, que no es otro que Abu Bakr al Baghdadi, "nuestro objetivo principal en esta legislatura", ha revelado.
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