Fin del histórico cierre gubernamental en Estados Unidos
El presidente Donald Trump ha puesto fin al cierre gubernamental más prolongado en la historia de Estados Unidos, que se extendió por 43 días. La reciente legislación aprobada permite la continuación de las operaciones del gobierno hasta el 30 de enero de 2026. Este acuerdo temporal surge tras un estancamiento político que giró en torno a la disputa sobre los subsidios del Affordable Care Act (ACA) que estaban a punto de expirar.
La nueva ley no solo garantiza la financiación de programas clave de asistencia alimentaria, sino que también revierte los despidos de trabajadores federales. Sin embargo, una disposición controvertida que permite a los senadores demandar por datos electrónicos incautados ha recibido críticas bipartidistas.
Contexto del estancamiento político
Este cierre gubernamental tuvo su origen en un desacuerdo fundamental entre los republicanos y demócratas del Senado respecto a un proyecto de ley de gastos provisional. El punto central de controversia fue la inminente expiración de los créditos fiscales ampliados para el ACA, que están programados para finalizar a finales de 2025. Estos subsidios son cruciales para reducir los costos del seguro médico para millones de estadounidenses que adquieren cobertura a través de los mercados del ACA.
Los demócratas exigieron que cualquier medida de financiación gubernamental incluyera una extensión de estos créditos, mientras que los republicanos se negaron a vincular este asunto con un proyecto de ley esencial, argumentando que se trataba de una cuestión legislativa independiente. A medida que el estancamiento continuaba, las consecuencias comenzaron a acumularse: cientos de miles de trabajadores federales dejaron de recibir sus salarios y las escasez de personal entre controladores aéreos y oficiales de la Administración de Seguridad en el Transporte provocó retrasos significativos en los vuelos a nivel nacional.
Un camino hacia el compromiso
El avance hacia un acuerdo se produjo cuando ocho senadores demócratas decidieron romper filas con su liderazgo partidario. Al concluir que los republicanos no cederían en el tema sanitario, votaron junto con ellos para avanzar el paquete de financiación. Este compromiso resultante financia tres proyectos completos para el Departamento de Agricultura, la FDA, el Departamento de Asuntos Veteranos y la construcción militar, además de extender una resolución continua para todas las demás agencias federales.
Un componente clave del acuerdo fue la promesa del líder mayoritario del Senado, John Thune (R-S.D.), quien se comprometió a realizar una votación antes de mediados de diciembre sobre una legislación destinada a extender los subsidios del ACA. Sin embargo, el presidente de la Cámara, Mike Johnson (R-La.), no ha garantizado llevar dicha medida a votación en su cámara, lo cual deja incierto el destino final de estos créditos sanitarios.
Atributos del paquete financiero
La legislación proporciona cierta estabilidad después de semanas tumultuosas. Inmediatamente revierte los despidos planeados por la administración Trump y asegura pagos retroactivos para aquellos empleados que fueron despedidos o trabajaron sin remuneración. Para millones de estadounidenses dependientes del Programa Suplementario de Asistencia Nutricional (SNAP), esta ley financia el programa hasta septiembre de 2026, eliminando así la amenaza de interrupción en sus beneficios.
Además, incluye incrementos en fondos destinados a seguridad, asignando $203.5 millones para proteger a los legisladores y otros $28 millones para garantizar la seguridad de los jueces del Tribunal Supremo. No obstante, este paquete no estuvo exento de controversias; una disposición negociada personalmente por Thune permite a los senadores demandar hasta $500,000 si una agencia federal obtiene sus registros electrónicos sin previo aviso. Esta cláusula surgió como respuesta a revelaciones sobre citaciones relacionadas con las grabaciones telefónicas durante investigaciones sobre las elecciones del 2020 y generó críticas bipartidistas significativas.
Desafíos pendientes en materia sanitaria
A pesar del restablecimiento gubernamental, persiste un desacuerdo central sobre políticas sanitarias. La expiración inminente de los subsidios ampliados del ACA al final del año representa una amenaza considerable para la cobertura médica de millones. La Oficina Presupuestaria del Congreso ha proyectado que sin una extensión adecuada, las primas promedio podrían más que duplicarse y más dos millones podrían perder su seguro médico durante el próximo año.
Ciertos republicanos han mostrado apertura hacia la extensión temporal con modificaciones como límites en ingresos; sin embargo, la oposición arraigada al ACA dentro del partido republicano y el escepticismo demócrata ante reformas que limiten el alcance de estos subsidios sugieren un camino complicado hacia cualquier tipo de compromiso antes del plazo establecido en diciembre.
Una resolución imperfecta
El final del cierre gubernamental tras 43 días ofrece un respiro temporal pero prepara el terreno para otro posible enfrentamiento fiscal hacia finales de enero. Este episodio subraya las tensiones presupuestarias recurrentes que caracterizan la política actual en Washington. El paquete financiero finalmente fue aprobado porque las consecuencias tangibles del cierre se volvieron demasiado severas como para ser ignoradas, obligando así un compromiso pragmático aunque incompleto. Con el plazo del 30 enero acercándose rápidamente, la lucha no resuelta sobre políticas sanitarias asegura que las tensiones políticas detrás deste histórico cierre están simplemente en pausa y no completamente resueltas.
La noticia en cifras
| Cifra |
Descripción |
| 43 días |
Duración del cierre del gobierno |
| 30 de enero de 2026 |
Fecha de finalización del cierre |
| $203.5 millones |
Monto asignado para la seguridad de los legisladores |
| $28 millones |
Monto asignado para la seguridad de los jueces de la Corte Suprema |
| $500,000 |
Cantidad máxima por daños en la provisión controversial |