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FDA's Delay Keeps Cancer-Causing Pig Drug in U.S. Food Supply
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FDA's Delay Keeps Cancer-Causing Pig Drug in U.S. Food Supply

martes 04 de noviembre de 2025, 14:42h

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La FDA ha retirado la aprobación del fármaco para cerdos Carbadox debido a preocupaciones sobre su carcinogenicidad, pero este sigue presente en el suministro de alimentos en EE. UU., exponiendo a los consumidores a riesgos de cáncer. A pesar de que países como el Reino Unido, Canadá y la Unión Europea han prohibido su uso, más de la mitad de los cerdos estadounidenses son alimentados con este compuesto dañino. Expertos advierten que no existe un nivel seguro de exposición a Carbadox, lo que plantea serias implicaciones para la salud pública. La falta de acción regulatoria por parte de la FDA ha permitido que esta situación persista, dejando a los consumidores sin información clara sobre los productos porcinos que consumen. Se recomienda optar por carne de cerdo orgánica o proveniente de fuentes responsables para mitigar estos riesgos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha retirado la aprobación del fármaco para cerdos conocido como Carbadox debido a preocupaciones relacionadas con su potencial carcinogénico. Este medicamento, utilizado durante décadas para promover el crecimiento de los cerdos y prevenir enfermedades, ha dejado residuos cancerígenos en productos porcinos. A pesar de que países como el Reino Unido y otras naciones ya han prohibido su uso, más de la mitad de los cerdos criados en Estados Unidos continúan siendo alimentados con Carbadox, un compuesto tan peligroso que expertos internacionales han declarado que no existe un nivel seguro de exposición.

Esta situación se agrava por las fallas regulatorias de la FDA, que han permitido que este fármaco permanezca legal en la carne de cerdo en Estados Unidos, exponiendo a millones de consumidores a un riesgo evitable de cáncer. Un informe del Food Animal Concerns Trust indica que cuando los cerdos son alimentados con Carbadox, el medicamento se descompone en compuestos que dañan el ADN. La Comisión del Codex Alimentarius sobre Residuos de Medicamentos Veterinarios en Alimentos, un organismo internacional líder en seguridad alimentaria, ha determinado que no hay un nivel seguro de Carbadox, lo que implica que cualquier cantidad presente representa un riesgo inaceptable para la salud humana.

Impacto significativo y riesgos laborales

El alcance de la exposición es considerable: más de la mitad de los cerdos criados para consumo en Estados Unidos están expuestos a Carbadox. Este fármaco se utiliza principalmente en operaciones intensivas de alimentación animal para fomentar el crecimiento y suprimir infecciones intestinales en condiciones insalubres y hacinadas. Esta práctica introduce directamente residuos dañinos para el ADN en la cadena alimentaria.

Los riesgos no se limitan al consumidor final; los trabajadores agrícolas que manejan alimentos medicados inhalan polvo de Carbadox, exponiendo sus pulmones a partículas carcinogénicas. Además, la contaminación ambiental representa otra preocupación significativa, ya que los desechos generados por estas grandes operaciones porcinas pueden filtrarse en lagos y ríos, dispersando el compuesto más allá del entorno agrícola.

Inacción regulatoria ante el riesgo conocido

La falta de acción por parte de la FDA es particularmente evidente dado el consenso internacional sobre este tema. Aunque la agencia propuso retirar la aprobación del Carbadox desde 2016, el proceso ha enfrentado múltiples retrasos. Una propuesta más reciente presentada en noviembre de 2023 tampoco logró resultar en una prohibición. Esta inercia burocrática ha permitido que el fármaco permanezca disponible durante años después de que el propio Centro para Medicina Veterinaria de la FDA determinara su riesgo cancerígeno.

A pesar de que investigadores analizaron 33 productos porcinos provenientes de 13 productores en el área metropolitana de Baltimore y no encontraron residuos detectables de Carbadox, esto no significa que el problema esté resuelto. El estudio fue limitado y muchos productores contactados se negaron a revelar si utilizaban el fármaco, lo cual pone de manifiesto una grave falta de transparencia hacia los consumidores.

Opciones para los consumidores mientras esperan cambios regulatorios

Aunque puede parecer que los consumidores están desamparados mientras esperan acciones regulatorias, existen medidas proactivas que pueden tomar para proteger a sus familias. Una opción es evitar completamente el consumo de carne porcina. Si optan por consumirla, es recomendable buscar productos provenientes de fuentes responsables. La certificación orgánica prohíbe el uso del Carbadox o comprar a agricultores locales que sean transparentes sobre sus prácticas.

Además, la presión del consumidor puede impulsar cambios significativos. Grandes corporaciones alimentarias como McDonald's y Tyson Foods tienen la capacidad para exigir a sus proveedores porcinos que cesen el uso del Carbadox. Las peticiones públicas y las retroalimentaciones directas a estas empresas y a la FDA pueden amplificar la demanda por una prohibición efectiva.

Es importante destacar que muchos países han tomado medidas para proteger a sus ciudadanos contra este carcinógeno hace años. La persistencia del Carbadox en la cadena alimentaria estadounidense evidencia una falla regulatoria significativa. Hasta que la FDA cumpla con su misión fundamental de proteger la salud pública, recae sobre cada consumidor buscar alimentos más seguros y exigir cambios necesarios basados en ciencia y seguridad.

Fuentes utilizadas para este artículo incluyen:

ChildrensHealthDefense.org

FoodAnimalConcernsTrust.org

FederalRegister.gov

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