El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha emitido una alerta a la población estadounidense sobre el aumento del riesgo de ciberataques y potenciales actos de violencia provenientes de grupos respaldados por Irán, en respuesta a los recientes ataques militares de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes.
En un boletín nacional sobre terrorismo publicado el 22 de junio, el DHS advirtió que los “ciberataques de bajo nivel” por parte de hackers pro-Irán son “probables”, y que la amenaza podría intensificarse si Teherán emite una fatwa religiosa llamando a la retaliación. Este aviso, que se mantendrá vigente hasta el 22 de septiembre, resalta el “compromiso histórico” de Irán por vengar el asesinato en 2020 del general Qasem Soleimani, una promesa que ahora cobra mayor relevancia ante el aumento de las tensiones.
Aumento de las tensiones
La advertencia se produjo pocas horas después de que las fuerzas estadounidenses llevaran a cabo ataques precisos en tres sitios nucleares clave de Irán: Fordow, Isfahan y Natanz, en una operación denominada “Martillo de Medianoche”. Aunque el alcance total de los daños aún no está claro, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) confirmó destrucción visible en la instalación subterránea de enriquecimiento en Fordow. Irán, conocido como patrocinador estatal del terrorismo, ha utilizado históricamente la guerra cibernética como herramienta de represalia asimétrica. Expertos advierten que las infraestructuras críticas estadounidenses—particularmente servicios hídricos, redes eléctricas y sistemas de transporte—podrían ser objetivos primordiales.
El boletín del DHS destaca el riesgo inmediato que representan los operativos cibernéticos “sofisticados y persistentes” de Irán, quienes han explotado repetidamente configuraciones de seguridad débiles en las redes estadounidenses. Según Gregory Falco, experto en ciberseguridad de la Universidad Cornell, los hackers iraníes suelen permanecer indetectados en sistemas críticos, esperando su oportunidad para atacar. “Generalmente no están haciendo nada; simplemente están ahí esperando para actuar cuando estén listos”, comentó Falco a USA Today.
Estrategias psicológicas
La estrategia cibernética de Irán se basa en gran medida en el impacto psicológico, exagerando frecuentemente la magnitud de sus ataques para generar caos. Grupos hacktivistas pro-Irán ya han llevado a cabo más de tres docenas de operaciones cibernéticas contra objetivos israelíes desde mediados de junio, abarcando desde ataques distribuidos por denegación de servicio (DDoS) hasta filtraciones de datos.
John Hultquist, analista principal del Grupo de Inteligencia sobre Amenazas de Google, observó que aunque Irán se ha centrado principalmente en Israel, los ataques estadounidenses podrían “repriorizar” las redes americanas para represalias. “A la luz de los recientes acontecimientos, la probabilidad de ciberataques disruptivos contra objetivos estadounidenses por actores iraníes ha aumentado”, afirmó Hultquist.
Riesgo inminente
El aviso del DHS enfatiza que el nivel de amenaza podría dispararse si el líder supremo iraní, Ayatollah Ali Khamenei, emite una fatwa—un decreto religioso que llama explícitamente a la violencia contra intereses estadounidenses. Si bien Khamenei evitó tal movimiento tras la muerte de Soleimani, la implicación directa de Estados Unidos en bombardeos a sitios nucleares aumenta las apuestas. El boletín advierte que una fatwa podría “motivar extremistas violentos y perpetradores de crímenes motivados por odio” dentro del territorio estadounidense, incluyendo ataques antisemitas dirigidos a comunidades judías.
Las agencias federales encargadas del orden público ya se encuentran en estado máximo de alerta. El Departamento de Policía de Nueva York anunció el despliegue adicional de recursos hacia “sitios religiosos, culturales y diplomáticos” como medida preventiva; mientras tanto, la Policía Estatal de Michigan instó a mantener la vigilancia. La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, subrayó la necesidad urgente por estar preparados: “Es nuestro deber mantener al país seguro e informado especialmente durante tiempos conflictivos”.
Preparativos necesarios
Los operativos cibernéticos iraníes tienen un historial comprobado al apuntar a infraestructuras críticas con escasa seguridad. En años recientes, hackers vinculados al Cuerpo Guardianes Revolucionarios Islámicos (IRGC) han comprometido servicios hídricos utilizando contraseñas predeterminadas y expuesto sistemas industriales críticos. La Agencia para la Protección Ambiental ha trabajado para fortalecer estas vulnerabilidades; sin embargo, expertos advierten que muchos sistemas siguen estando peligrosamente expuestos.
A medida que se acerca la fecha límite del aviso en septiembre, el DHS y el FBI están instando a empresas, gobiernos locales e individuos a reforzar sus defensas cibernéticas. Las recomendaciones incluyen habilitar autenticación multifactorial, corregir vulnerabilidades conocidas en software y monitorear actividades inusuales en redes.
A través del sabotaje cibernético o actos violentos indirectos o extremismo doméstico, la represalia del régimen podría manifestarse en formas impredecibles—y Estados Unidos debe estar preparado. Por ahora, la iniciativa está en manos iraníes; sin embargo, la guerra encubierta entre Teherán y Washington ha entrado en una nueva fase peligrosa.