El presidente Donald Trump ha amenazado con retener los fondos federales destinados a California, en respuesta a las victorias de una atleta transgénero en competencias de atletismo femenino. Trump califica esta situación como «injusta» y «despectiva» hacia las mujeres.
En un decreto ejecutivo emitido en febrero, el mandatario prohíbe a las agencias federales, escuelas y al ejército reconocer identidades de género que vayan más allá de lo masculino y femenino, buscando así bloquear la participación de mujeres trans en deportes femeninos. La administración argumenta que el Título IX solo protege el sexo biológico y no la identidad de género, instruyendo al Departamento de Educación a investigar a las instituciones educativas que no cumplan con esta normativa, poniendo en riesgo su financiación.
Investigaciones y presiones sobre las competencias
Además, el decreto contempla medidas para examinar los visados otorgados a atletas transgénero que ingresen a Estados Unidos para participar en competiciones y ejerce presión sobre el Comité Olímpico Internacional (COI) para que implemente reglas «justas» en los deportes femeninos. Trump también ha dirigido sus críticas hacia el gobernador de California, Gavin Newsom, exigiendo claridad sobre su postura respecto al tema.
En una publicación contundente en su plataforma Truth Social, Trump condenó a la atleta transgénero que recientemente ganó títulos regionales en salto triple y salto largo, considerándola un ejemplo de ventajas biológicas «injustas» que socavan el deporte femenino. «ESTO NO ES JUSTO Y ES TOTALMENTE DESPECTIVO HACIA MUJERES Y NIÑAS», expresó Trump, advirtiendo que se retendrán fondos federales si no se cumple con su orden ejecutiva.
Un compromiso con su campaña
La amenaza formulada por Trump coincide con su compromiso durante la campaña electoral de mantener «a los hombres fuera del deporte femenino». Su orden ejecutiva busca investigar posibles fraudes en solicitudes de visado por parte de mujeres transgénero que deseen competir en eventos deportivos femeninos, incluyendo los Juegos Olímpicos. La administración también está utilizando su influencia ante el COI para garantizar lo que considera una competencia «segura y justa para las mujeres» dentro del territorio estadounidense.
Funcionarios de la Casa Blanca han enfatizado que esta política no es una prohibición total de la participación transgénero; más bien, se centra en prevenir ventajas biológicas en los deportes femeninos. Un funcionario anónimo indicó: «Esto no tiene nada que ver con ser transgénero; se trata del deporte masculino y femenino». Asimismo, subrayaron que la carga no puede recaer únicamente sobre las mujeres.
Implicaciones legales y educativas
El decreto también reafirma la interpretación del gobierno sobre el Título IX, afirmando que este solo se aplica al sexo biológico. Se ordena al Departamento de Educación hacer cumplir las protecciones para los programas deportivos femeninos e investigar a aquellas escuelas que no ofrezcan oportunidades equitativas, lo cual podría resultar en la pérdida de financiamiento federal por incumplimiento.
A través de estas acciones, Trump busca cumplir su promesa electoral relacionada con la igualdad y justicia en el ámbito deportivo femenino.