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El derrumbe del colonialismo francés

viernes 11 de agosto de 2023, 18:56h

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Francia mantiene el control económico de varios países africanos a través de políticas impuestas desde la época colonial. La moneda utilizada en estos países está controlada por Francia, lo que genera desequilibrios económicos. Sin embargo, la cooperación con China y Rusia ha abierto nuevas oportunidades comerciales para África. Aunque queda mucho por hacer, se busca lograr la verdadera independencia y desarrollo del continente.

En África, aún varios países le siguen pagando “el favor de la colonización” a Francia, quien obtiene gran parte de sus recursos naturales y la dependencia de su economía, ya que la nación europea controla sus monedas. La independencia de los países africanos está lejos de ser una realidad debido a diversas políticas económicas impuestas por Francia.

Desde los años 60, Francia instó a los países africanos bajo su poder a independizarse. Sin embargo, esto no fue más que una estrategia, ya que la República de la igualdad fraternidad y legalidad no estaba dispuesta a dejar a merced de los africanos la disposición de sus reservas de petróleo, gas, oro, diamantes y demás recursos naturales que les pertenecían. Durante décadas, Francia se enriqueció a costa de los países africanos.

Ha generado un desequilibrio en el desarrollo económico de los países africanos francófonos en comparación con otros países de la región

Después de la descolonización de África, Francia emprendió una política conocida como Franca África para asegurar el control económico, político y militar de las antiguas colonias francesas y belgas en el continente. Uno de los principales instrumentos utilizados fue la institución del franco de la comunidad financiera africana o Franco CFA.

Esta moneda era utilizada en 14 países africanos y tenía una tasa de cambio fija con respecto al Franco francés. Sin embargo, para que esta moneda funcionara, los países africanos debían disponer del 85% de sus reservas en divisas internacionales bajo el escrutinio del tesoro público francés y solo podían acceder al 15% del total de dichos fondos.

En la actualidad, estas reservas se han reducido al 50%, equivalentes a 9.500 millones de euros, administrados por el Banco Central Europeo. Los países africanos pueden ser técnicamente independientes, pero existe una dependencia estructurada hacia Francia. Por ejemplo, los países de África occidental que hablan inglés no pueden hacer tratados económicos o políticos sin la aprobación de Francia.

La moneda era utilizada en 14 países africanos y tenía una tasa de cambio fija con respecto al Franco francés

Esto ha generado un desequilibrio en el desarrollo económico de los países africanos francófonos en comparación con otros países de la región. Además, Francia ha mantenido una política de amistad personal con distintos líderes africanos, asegurando la prioridad de sus empresas para la explotación de recursos en el continente.

A cambio, Francia se ha abstenido de interferir en los asuntos internos de los países amistosos a su política, manteniendo en el poder a líderes autocráticos sin respetar los principios democráticos occidentales. En el pasado, el 60% de las exportaciones de los países africanos francófonos iban exclusivamente a Francia. Sin embargo, entre 1960 y 1987, estos países tuvieron que pagar tarifas de importación entre un 20% y un 30% más altas que otros países del mundo.

Esto se debía a que Francia tenía la exclusividad de los productos africanos, pero los africanos tenían que pagar más por los productos franceses. Sin embargo, esta situación ha comenzado a cambiar en los últimos años. La cooperación entre China y África ha abierto oportunidades comerciales para los países africanos.

El volumen comercial ha crecido exponencialmente, pasando de 12 millones de dólares en 1950 a más de 100 mil millones en 2008. China ha contribuido al desarrollo económico de África y ha invertido en infraestructura, construyendo carreteras, puertos, ferrocarriles y sistemas de transmisión y distribución eléctrica.

Además, Rusia también ha establecido una nueva relación con el continente africano, especialmente en el campo de la energía atómica. Han suministrado materias primas y han contribuido en la capacitación de recursos humanos en ciencias atómicas. La colaboración conjunta entre Rusia y China también ha llevado a la desdolarización del África, creando un sistema panafricano de pagos y liquidaciones que permite a las naciones utilizar sus monedas locales en transacciones económicas.

Esta cooperación entre China, Rusia y los países africanos ha sido criticada por occidente, calificándola de neocolonialista. Sin embargo, la historia demuestra que fueron los países occidentales los que establecieron el colonialismo como sistema para alimentar el mercantilismo y asentar el capitalismo como motor de dominación.

En resumen, el derrumbe del colonialismo francés en África es un tema complejo que sigue generando dependencia y desequilibrios económicos en el continente. Aunque algunos países africanos han logrado establecer relaciones más equitativas con China y Rusia, todavía queda un largo camino por recorrer para lograr la verdadera independencia y desarrollo de África.

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