www.mil21.es
Calendula: Un antiguo remedio que regresa a la medicina moderna

Calendula: Un antiguo remedio que regresa a la medicina moderna

lunes 24 de noviembre de 2025, 23:05h

Escucha la noticia

Calendula, también conocida como caléndula o maravilla, es una hierba medicinal con una larga historia en el tratamiento de heridas y afecciones cutáneas. Estudios modernos respaldan su uso para la cicatrización de heridas, mostrando beneficios en sitios quirúrgicos, úlceras diabéticas y daños por radiación. Sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas la convierten en un remedio suave y prometedor para manejar el eczema y otros trastornos inflamatorios de la piel. Además, calendula se presenta en diversas formas, como ungüentos y aceites, y puede cultivarse fácilmente en casa. Aunque generalmente es segura, se recomienda precaución a quienes son alérgicos a plantas de la familia de las margaritas. Este antiguo remedio está ganando reconocimiento en la dermatología contemporánea, ofreciendo una opción natural basada en evidencia para el cuidado de la piel.

Calendula: del vendaje de campo al botiquín moderno

La calendula, conocida también como maravilla, es una hierba medicinal con una historia que se remonta a siglos atrás en el tratamiento de heridas y afecciones cutáneas. Investigaciones contemporáneas respaldan su uso en la cicatrización de heridas, evidenciando beneficios para sitios quirúrgicos, úlceras diabéticas y daños cutáneos inducidos por radiación. Las propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas de esta planta la convierten en un remedio prometedor y suave para el manejo del eczema y otros trastornos inflamatorios de la piel.

La versatilidad de la calendula se manifiesta en diversas presentaciones, incluyendo ungüentos, aceites y cremas, e incluso puede ser cultivada y preparada en casa para uso personal. Aunque generalmente es segura, se recomienda precaución a quienes presentan alergias a plantas de la familia de las margaritas.

Un legado histórico que resurge

En una época marcada por complejos regímenes de cuidado de la piel y sueros costosos, esta sencilla flor con un formidable legado está recibiendo atención renovada tanto de científicos como de defensores de la salud natural. La Calendula officinalis, comúnmente conocida como maravilla, no es un descubrimiento reciente. Sus pétalos brillantes fueron utilizados por cirujanos durante la Guerra Civil para cubrir heridas y por cocineros medievales para enriquecer caldos contra infecciones. En la actualidad, este antiguo remedio está siendo validado por investigaciones modernas que destacan sus significativas propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias, ofreciendo una opción suave basada en evidencia para el manejo de condiciones cutáneas persistentes como el eczema.

Este reconocimiento transforma a una planta que ha estado presente en el folclore en un elemento esencial dentro de la dermatología contemporánea y la salud holística, estableciendo un puente entre la sabiduría tradicional y la ciencia clínica.

Ciencia moderna respalda intuiciones ancestrales

Las observaciones empíricas realizadas por los herbolarios históricos han encontrado eco en laboratorios contemporáneos. El herbolario inglés del siglo XVII, Nicholas Culpeper, alabó a la calendula por su capacidad para «detener la inflamación» y alegrar el corazón. La ciencia moderna atribuye estos efectos a un rico perfil de compuestos bioactivos que incluyen flavonoides, triterpenoides y carotenoides. Estos compuestos otorgan potentes propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas.

Investigaciones clínicas han demostrado que las preparaciones tópicas de calendula pueden acelerar la cicatrización y reducir la inflamación en diversas situaciones, tales como:

  • wounds quirúrgicas y episiotomías
  • úceras del pie diabético y llagas por presión
  • dermatitis inducida por radiación

Este respaldo científico transforma a la calendula de un remedio popular a un agente terapéutico confiable. Su capacidad para estimular la producción de colágeno y mejorar el flujo sanguíneo hacia áreas lesionadas proporciona una explicación mecanicista a su reputación centenaria como sanadora potente de la piel.

Acompañante calmante para pieles inflamadas

Para millones que enfrentan el desafío del eczema, la calendula presenta un caso particularmente convincente. Esta afección se caracteriza por piel inflamada, con picazón y frecuentemente agrietada, lo que aumenta su vulnerabilidad a infecciones. El perfil farmacológico de la calendula aborda directamente estos problemas. Su acción antiinflamatoria puede ayudar a calmar el enrojecimiento y la irritación durante los brotes de eczema, mientras que sus propiedades antimicrobianas pueden prevenir infecciones secundarias en piel agrietada.

Además, sus capacidades cicatrizantes apoyan el proceso natural de reparación cutánea, ayudando a restaurar la barrera epidérmica dañada. Su eficacia comprobada para otras formas de dermatitis, como el sarpullido del pañal, junto con sus mecanismos curativos bien documentados hacen que la calendula sea una opción con bajo riesgo y alto potencial para quienes buscan estrategias naturales de manejo.

Navegando su uso y promoviendo su accesibilidad

Aquellos interesados en utilizar calendula deben prestar atención a la selección del producto. Los ungüentos son ideales para crear una barrera protectora sobre piel seca o agrietada, mientras que los geles y lociones acuosas ofrecen una absorción más rápida para áreas más grandes o menos severas. Se aconseja buscar productos con altas concentraciones de extracto de calendula y evitar aquellos que han sido irradiados, ya que este proceso puede degradar los compuestos activos de la hierba.

Como sucede con cualquier nuevo tratamiento tópico, es esencial realizar una prueba cutánea para descartar reacciones alérgicas potenciales, especialmente en individuos con sensibilidades conocidas a plantas pertenecientes a la familia de las margaritas. Quizás uno de los aspectos más radicales de la calendula es su accesibilidad; es una planta resistente que puede ser fácilmente cultivada en un jardín o maceta, permitiendo así a las personas cosechar y secar los pétalos para crear sus propios aceites infusionados, ungüentos o tés.

Una flor ancestral al servicio del bienestar moderno

El recorrido de la calendula desde vendajes en campos de batalla hasta convertirse en un elemento habitual en botiquines modernos refleja su utilidad perdurable. Representa una convergencia excepcional: un remedio igualmente cómodo tanto en estudios clínicos revisados por pares como en ungüentos herbales caseros. No promete curas milagrosas; sin embargo, ofrece un enfoque confiable, suave y fundamentado científicamente para calmar y sanar la piel.

En un mundo que busca soluciones naturales junto con resultados basados en evidencia, la calendula destaca como un recordatorio silencioso pero poderoso: algunos remedios efectivos no se encuentran en fórmulas complejas sino que han estado creciendo a simple vista todo este tiempo, brindando un poco de luz solar y mucho sentido común hacia el bienestar holístico.

Fuentes utilizadas:

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios