Estados Unidos inicia su retirada de Irak en un plan estratégico
Las fuerzas armadas de Estados Unidos han comenzado el proceso de retirada de dos bases militares estratégicas en Irak. Esta acción representa un cumplimiento del compromiso asumido por la administración del presidente Donald Trump para finalizar la presencia militar estadounidense en el país.
De acuerdo con reportes de medios regionales, los soldados estadounidenses iniciaron su repliegue el pasado domingo desde la base Ain al-Asad, situada en la provincia de Anbar, así como desde el Complejo de la Base Victoria, que se encuentra dentro del Aeropuerto Internacional de Bagdad.
La retirada se llevará a cabo en etapas, y se prevé que ambas bases sean completamente evacuadas en un plazo breve. Parte del personal militar será reubicado en Erbil, la capital de la región autónoma kurda, mientras que otros serán trasladados a Siria, donde Estados Unidos mantiene bases en el noreste del país.
Confirmación y contexto del repliegue
Fuentes militares iraquíes han confirmado que para mañana se completará la retirada total de tropas y personal estadounidense de Bagdad, lo que incluye su salida de la Zona Verde, la Base Victoria y el Cuartel General de Mando de Operaciones Conjuntas.
Este movimiento forma parte de un plan a largo plazo que fue negociado inicialmente en 2024 durante el gobierno de Joe Biden, y que ha sido implementado eficazmente por el presidente Trump. En este acuerdo, Washington y Bagdad establecieron una retirada progresiva de las tropas lideradas por Estados Unidos, especialmente desde bases clave como Ain al-Asad y sus alrededores, con un objetivo final antes de finales de 2026.
El cambio en las dinámicas regionales ha influido notablemente en esta decisión. En 2024, se registraron al menos 70 ataques por parte de milicias chiítas alineadas con Irán contra fuerzas estadounidenses en Irak, lo cual intensificó las tensiones tras el conflicto iniciado por el ataque de Hamás a Israel en octubre de 2023.
Cambio geopolítico y presión interna
A pesar de que las Unidades de Movilización Popular (PMU), una alianza de milicias pro-Irán, continúan operando, el gobierno iraquí enfrenta presión interna para exigir el fin de la presencia militar extranjera. Esto se ha visto acentuado por la escalada reciente de violencia en Gaza. El primer ministro iraquí Mohammed Shia al-Sudani ha respondido positivamente a estas demandas, facilitando así una salida progresiva para las tropas estadounidenses.
Desde la invasión iniciada en 2003, Estados Unidos ha mantenido una presencia militar intermitente en Irak. En su punto máximo, alrededor del año 2007, había cerca de 170.000 soldados desplegados.
Aunque formalmente se puso fin a las operaciones combativas en 2011, el resurgimiento del Estado Islámico en 2014 llevó nuevamente a Washington a enviar tropas para liderar una coalición internacional contra este grupo extremista. Para 2024, el número total se había reducido a aproximadamente 2.500 efectivos.
Un hito significativo hacia la desescalada
La retirada desde Bagdad representa un hito importante dentro del proceso general hacia la desescalada. Aunque Estados Unidos mantendrá una presencia limitada en Erbil (Kurdistán iraquí) durante al menos un año más y también en el noreste sirio, su salida definitiva desde la capital iraquí marca el cierre de un capítulo caracterizado por operaciones directas dentro del centro del país.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
170,000 |
Número de soldados estadounidenses desplegados en Irak en su punto máximo (2007) |
2,500 |
Número de soldados estadounidenses en Irak para 2024 |
70 |
Número de ataques contra fuerzas estadounidenses en Irak en 2024 |