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Estados Unidos en alerta tras ataques aéreos de Trump a Irán
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Estados Unidos en alerta tras ataques aéreos de Trump a Irán

martes 24 de junio de 2025, 14:16h

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El presidente Trump ha ordenado airstrikes contra instalaciones nucleares iraníes, lo que ha llevado a un estado de alerta en ciudades estadounidenses como Nueva York, Washington D.C., Los Ángeles y Miami. Las autoridades han incrementado la seguridad en sitios religiosos y diplomáticos ante posibles represalias por parte de Irán, que ha condenado el ataque y prometido responder. Expertos advierten sobre riesgos a largo plazo, incluyendo ciberataques y violencia física. La acción ha generado críticas por arriesgar la seguridad nacional en favor de intereses extranjeros, mientras las fuerzas del orden se preparan para proteger a la población civil.

Las ciudades estadounidenses se encuentran en estado de alerta tras la orden del presidente Donald Trump de llevar a cabo ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares iraníes durante el fin de semana. En su declaración, Trump calificó la operación como un «espectacular éxito militar», al tiempo que instó a Irán a negociar la paz con Israel.

Los bombardeos, ejecutados por bombarderos sigilosos B-2, tuvieron como objetivo las instalaciones de Fordow, Natanz y Esfahan, lugares que han sido objeto de atención por parte de la inteligencia occidental durante años. Sin embargo, mientras el presidente se jacta de haber «aniquilado» el programa nuclear iraní, sus acciones imprudentes han puesto a las ciudades estadounidenses en la línea de fuego ante una posible represalia, lo que ha llevado a las fuerzas policiales en Nueva York, Washington D.C., Los Ángeles y Miami a implementar medidas de seguridad reforzadas.

Reacciones internacionales y medidas preventivas

El ministro de Relaciones Exteriores de Irán condenó el ataque como «indignante», prometiendo que Teherán «reserva todas las opciones» para responder. Ante esta situación, las autoridades estadounidenses están trabajando para proteger sitios religiosos, ubicaciones diplomáticas e infraestructuras críticas frente a posibles represalias. Esto evidencia cómo la lealtad ciega de Trump hacia Israel ha convertido nuevamente a los civiles estadounidenses en objetivos de un conflicto ajeno.

En las horas posteriores al anuncio del presidente, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) emitió un comunicado confirmando patrullas adicionales en «sitios religiosos, culturales y diplomáticos» en toda la ciudad. La institución destacó la coordinación con socios federales pero evitó confirmar amenazas directas. De manera similar, el Departamento de Policía Metropolitana de Washington D.C. se comprometió a «proteger a residentes, negocios y visitantes» mientras monitoreaba la información disponible.

Aumento del riesgo y advertencias

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, adoptó una postura cautelosa al afirmar que aunque no se habían identificado «amenazas creíbles», el LAPD estaba intensificando las patrullas cerca de lugares de culto y otros «sitios sensibles». El Condado de Miami-Dade también se sumó al aumento en la seguridad, con los agentes del sheriff incrementando su visibilidad en todo el condado.

Paul Mauro, exinspector del NYPD especializado en contraterrorismo, advirtió que las autoridades centrarían su atención en lugares vinculados al conflicto, incluidos mezquitas chiítas (la secta predominante en Irán) y centros comunitarios judíos. Mauro señaló que es difícil predecir cómo evolucionarán los acontecimientos y mencionó que la policía también intensificará la vigilancia cibernética para rastrear amenazas online.

Consecuencias geopolíticas

Este último ataque se asemeja a la orden dada por Trump en 2020 para asesinar al general iraní Qassem Soleimani, un acto que él mismo hizo referencia durante su discurso. Trump afirmó: «Perdimos más de 1,000 personas y cientos de miles en todo Medio Oriente... han muerto como resultado directo de su odio», justificando así el bombardeo como una represalia necesaria. Sin embargo, críticos sostienen que este tipo de acciones arriesga involucrar a Estados Unidos en otra guerra interminable para satisfacer los intereses del gobierno israelí más radical.

El Departamento de Seguridad Nacional emitió un aviso por 90 días sobre posibles ciberataques provenientes de «hacktivistas» iraníes y violencia física si Teherán emite un decreto religioso llamando a represalias. Gregory Falco, experto en ciberseguridad en la Universidad Cornell, destacó el historial de Irán atacando infraestructuras críticas como redes eléctricas y hospitales. «Quieren desestabilizar nuestra sociedad», afirmó Falco.

Por otro lado, el Consejo sobre Relaciones Americano-Islámicas (CAIR) criticó el ataque como un «acto ilegal e injustificado» impulsado por la agenda del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Nihad Awad, representante del CAIR, comparó esta escalada con los falsos pretextos que llevaron a la guerra en Irak.

A medida que las fuerzas policiales se preparan para enfrentar las repercusiones potenciales del ataque aéreo estadounidense sobre Irán, queda claro que una retórica bélica irresponsable junto con acciones militares imprudentes solo pone en peligro vidas inocentes. Si Irán decide retaliar, será responsabilidad directa del presidente Trump.

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