El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que un acuerdo nuclear con Irán podría no ser necesario, dado que los ataques aéreos realizados por fuerzas estadounidenses e israelíes han dejado en ruinas el programa nuclear de Teherán. Durante una declaración realizada en los márgenes de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en los Países Bajos, Trump aseguró que las instalaciones nucleares iraníes habían sido «destruidas completamente», a pesar de las evaluaciones contradictorias sobre la efectividad de los bombardeos.
La afirmación del mandatario se produjo días después de que las fuerzas estadounidenses llevaran a cabo ataques dirigidos contra sitios nucleares iraníes. Aunque Trump insistió en que las ambiciones nucleares de Irán habían sido neutralizadas, filtraciones de inteligencia sugieren que el daño causado podría solo retrasar el programa por algunos meses. Informes provenientes de CNN y fuentes anónimas dentro del gobierno estadounidense indicaron que algunas centrifugadoras sobrevivieron, mientras que Irán admitió que sus instalaciones estaban «gravemente dañadas».
La situación actual del programa nuclear iraní
Además, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) reveló haber perdido el rastro de 409 kilogramos de uranio altamente enriquecido, suficiente para múltiples ojivas nucleares, lo que genera inquietud sobre su posible reubicación antes de los ataques. Esta escalada ocurre en un contexto marcado por el colapso del acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA). Si bien Irán ha expresado su disposición a reiniciar las negociaciones, Trump desestimó cualquier posibilidad de un acuerdo formal, prefiriendo la disuasión forzada sobre la diplomacia.
Trump también sugirió permitir que Irán venda petróleo a China para la reconstrucción posterior a la guerra, lo cual socavaría las sanciones impuestas anteriormente. Su postura ha generado dudas entre observadores globales sobre si realmente se ha sustituido la diplomacia por destrucción efectiva.
Implicaciones futuras y respuestas internacionales
A medida que se mantiene un frágil alto al fuego entre Israel e Irán, Trump caracterizó el conflicto como «agotador» para ambas naciones. El presidente reafirmó su apertura a permitir ventas de petróleo iraní a China, argumentando que «necesitarán dinero para reconstruir el país». La situación actual deja a los observadores internacionales sopesando las afirmaciones de Trump frente a evidencias verificables.
Con el programa nuclear iraní en el centro de una disputa crítica en materia de inteligencia, las próximas semanas serán decisivas para determinar si la destrucción realmente puede reemplazar a la diplomacia o si esta crisis simplemente entra en un nuevo capítulo incierto.