El director adjunto del FBI, Dan Bongino, ha confirmado que la agencia está llevando a cabo una investigación activa sobre el origen de COVID-19. En una reciente publicación en redes sociales, Bongino reveló que se están examinando los esfuerzos por ocultar la verdadera fuente del virus. Esta declaración subraya el compromiso del FBI con la transparencia y la rendición de cuentas ante el público.
Bongino indicó que múltiples oficinas del FBI están involucradas en la indagación de las circunstancias que rodean la aparición del virus. Además, mencionó que el Dr. Anthony Fauci se encuentra “bajo escrutinio”, lo que representa uno de los reconocimientos más directos por parte de un alto funcionario del FBI respecto al interés continuo de la agencia en los orígenes de la pandemia.
Detalles de la Investigación
A pesar de la gravedad del asunto, los detalles específicos de la investigación aún no han sido revelados y el FBI no ha emitido un comunicado oficial al respecto. Este desarrollo se produce en medio de renovadas discusiones sobre la posibilidad de que COVID-19 tenga un origen relacionado con laboratorios.
En 2023, el entonces director del FBI, Christopher Wray, sugirió que había una confianza moderada en que el virus podría haber resultado de un incidente en un laboratorio en Wuhan, China. Sin embargo, las autoridades chinas han negado consistentemente tales afirmaciones, considerándolas políticamente motivadas y carentes de evidencia.
Nueva Variante y Contexto Actual
La investigación también coincide con la aparición de una nueva variante de COVID-19, identificada provisionalmente como NB.1.8.1, que ha sido detectada en varios estados de Estados Unidos. Hasta el momento, los funcionarios federales de salud no han clasificado esta variante como motivo de preocupación.
Bongino, quien fue nombrado director adjunto del FBI a principios de este año por el director Kash Patel, es conocido por su estilo directo y ha utilizado plataformas sociales para ofrecer actualizaciones sobre las actividades de la agencia. Sus recientes declaraciones destacan el compromiso del FBI para investigar los orígenes del COVID-19 y garantizar que el público estadounidense reciba información precisa.