Un caso alarmante en España ha revelado la situación de unos padres obsesionados con el COVID-19, quienes mantuvieron a sus hijos encerrados en casa durante casi cinco años. Los gemelos de 8 años y un niño de 10 fueron sometidos a un confinamiento extremo, obligados a usar mascarillas y prohibidos de salir al exterior, mucho después de que las medidas sanitarias finalizaran. Este inquietante episodio pone de manifiesto la paranoia parental exacerbada por la pandemia.
La gravedad del abuso ha generado indignación y consecuencias legales, ya que los padres enfrentan ahora la posibilidad de prisión por sus actos. Este caso resalta el lado oscuro de la obsesión por el COVID-19, evidenciando el sufrimiento y aislamiento que padecieron los niños, lo cual plantea interrogantes sobre el impacto a largo plazo de tales medidas draconianas.
Detención y condiciones alarmantes
Recientemente, se dio a conocer que los padres, una mujer germano-estadounidense de 48 años y su esposo alemán de 53 años, fueron arrestados bajo cargos de violencia doméstica y abandono infantil. La noticia fue reportada por Infowars.com.
Imágenes perturbadoras han surgido mostrando las condiciones en las que vivían los menores. Se encontraron cunas cubiertas con dibujos inquietantes de monstruos, así como muñecas desfiguradas y figuras monstruosas en las habitaciones de los niños. Un investigador relató que al ser rescatados, los tres niños comenzaron a respirar profundamente, como si nunca antes hubieran estado al aire libre.
Sorpresa y desconcierto tras el rescate
Los informes indican que el padre llegó a colocar hasta tres mascarillas en cada niño antes de permitir la entrada a la policía. La madre advirtió a los oficiales que tuvieran cuidado porque sus hijos estaban "muy enfermos". Las fotografías muestran a dos de los niños saliendo del hogar con sus mascarillas puestas.
Una vez fuera por primera vez en años, los menores quedaron atónitos e inmediatamente comenzaron a tocar la hierba. Según un investigador, “los niños estaban en un estado terrible. Era absolutamente escandaloso”. Aunque no presentaban signos de desnutrición debido a que recibían alimentación adecuada, estaban sucios y completamente desconectados de la realidad.
Este caso pone en evidencia cómo la propaganda mediática y las recomendaciones del establecimiento médico pueden influir negativamente en algunos padres hasta el punto de poner en riesgo la vida y bienestar de sus hijos.