Un video grabado en San Telmo ha suscitado una ola de críticas en las redes sociales. En las imágenes, Natalia Oreiro parece impedir que algunos fanáticos se acerquen a Ricardo Mollo durante una salida familiar. Ante el revuelo generado, la actriz uruguaya decidió ofrecer su versión de los hechos.
El material se viralizó rápidamente y muestra a Oreiro, Mollo y su hijo Merlín Atahualpa caminando por el tradicional barrio porteño, rodeados de personas que intentaban saludarlos y registrar el momento. Aunque la pareja accedió amablemente a varias solicitudes de fotos, la situación se tornó incómoda cuando algunos comenzaron a insistir con sus teléfonos.
La respuesta de Natalia Oreiro: “Mi prioridad es mi hijo”
A través de una serie de historias en Instagram, Oreiro explicó lo sucedido ese día. Afirmó que inicialmente estaban dispuestos a tomarse fotos como lo hacen habitualmente con quienes los abordan en la vía pública. Sin embargo, destacó que la situación se volvió incómoda cuando una persona comenzó a filmarla de cerca sin su consentimiento mientras estaba junto a su hijo.
“Estábamos paseando como cualquier familia”, sostuvo la actriz, quien añadió: “A veces me olvido que no somos una familia común, pero me gustaría poder disfrutar de eso, tener la libertad de caminar con mi marido”. Según su relato, el número de personas aumentó y el acoso visual con celulares se intensificó.
Una madre antes que una figura pública
Natalia describió cómo se sintió en ese momento: expuesta y preocupada. “Esa persona seguía filmando muy de cerca, y si ven el video, van a notar que mi hijo empieza a alejarse. Desde que soy madre, su bienestar es mi prioridad”, comentó.
También expresó su temor de perderlo entre la multitud. “Cuando hay tanta gente en la vía pública, me da miedo. Cosas de madre”, resumió. Finalmente, decidió alejarse del lugar para resguardar la tranquilidad del niño.
La actriz lamentó la polémica y pidió comprensión. “Intento ser coherente con lo que elegí como profesión, pero eso no significa que esté disponible todo el tiempo. También soy una persona común con un trabajo extraordinario”, reflexionó.
En su mensaje final, dejó una frase contundente sobre el respeto a los límites: “Me gusta disfrutar como una familia normal y no me gusta que me invadan cuando estoy con mi hijo. Lo único que pido es más amor y más respeto por el otro”.