En 1959, la investigadora Dr. Bernice Eddy, del Instituto Nacional de Salud (NIH), realizó un hallazgo alarmante: las vacunas contra la poliomielitis que se administraban a millones de niños estaban contaminadas con SV-40, un virus de mono relacionado con el cáncer. Al intentar alertar al público sobre su descubrimiento, sus hallazgos fueron silenciados, su laboratorio confiscado y su carrera truncada. Para cuando la verdad salió a la luz, 98 millones de estadounidenses ya habían estado expuestos al virus carcinogénico. Décadas después, el SV-40 ha sido detectado en tumores cerebrales, cánceres óseos y leucemias, dejando un legado mortal.
Este hecho no fue un accidente. Funcionarios gubernamentales, empresas farmacéuticas y agencias de salud pública eran conscientes de los riesgos; sin embargo, priorizaron el lucro y la percepción pública sobre la seguridad. Aún más preocupante es que la propia vacuna contra la poliomielitis provocó brotes, con estados como Massachusetts experimentando un aumento del 642% en los casos tras la inoculación. Para la década de 1980, el 100% de los casos de poliomielitis en Estados Unidos eran causados por la vacuna. En un giro inquietante, los riñones de mono utilizados en la producción de vacunas pueden haber introducido SIV, el precursor del VIH, planteando preguntas alarmantes sobre los orígenes del sida.
Un escándalo médico sin precedentes
El escándalo de la vacuna contra la poliomielitis es una de las mayores traiciones médicas en la historia: una narrativa marcada por la avaricia corporativa, encubrimientos gubernamentales y vidas destruidas.
Puntos clave:
- El virus SV-40, vinculado al cáncer, contaminó las vacunas contra la poliomielitis e infectó a millones; actualmente se ha detectado en tumores cerebrales, cánceres óseos y leucemia.
- Encubrimiento gubernamental: Los científicos que expusieron la contaminación fueron silenciados, degradados o despedidos.
- Los casos de poliomielitis aumentaron tras las vacunaciones: Estados como Massachusetts vieron un aumento del 642% después de las inoculaciones masivas.
- Poliomielitis inducida por la vacuna: Para la década de 1980, el 100% de los casos en EE.UU. eran causados por la propia vacuna.
- Conexión con el VIH: Los riñones de mono utilizados en las vacunas portaban SIV, un precursor del VIH, lo que plantea interrogantes sobre los orígenes del sida.
El legado mortal del SV-40
Entre 1955 y 1963, 98 millones de estadounidenses recibieron vacunas contaminadas con SV-40. Décadas después, el virus ha sido encontrado en el 58% de los casos de mesotelioma y en un porcentaje significativo de cánceres óseos y leucemias. La Dra. Michele Carbone, una patóloga destacada, confirmó el papel del SV-40 en desactivar proteínas supresoras de tumores, acelerando efectivamente el crecimiento canceroso.
"Fue un descubrimiento aterrador... No teníamos idea de lo que este virus podría hacer", admitió el Dr. Ben Sweet, uno de los investigadores que descubrió el SV-40 en las vacunas.
De parálisis a ganancias
El lanzamiento de la vacuna contra la poliomielitis fue una clase magistral en fraude corporativo y colusión gubernamental. A pesar de los brotes paralíticos directamente relacionados con las vacunaciones—como el aumento del 266% en Vermont y del 642% en Massachusetts—los funcionarios sanitarios persistieron en su apoyo.
El Dr. Jonas Salk, creador de la vacuna, admitió en privado: "Cuando inoculas a niños con una vacuna contra la poliomielitis, no duermes bien durante dos o tres semanas". Sin embargo, la Fundación Nacional para la Parálisis Infantil (financiada por grandes farmacéuticas) presionó a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para declarar que la vacuna era "segura".
Resurgimiento del polio: Una epidemia autoinfligida
Aunque se comercializó como una cura milagrosa, detrás del telón se encontraba un desastre para la salud pública.
- Los casos de poliomielitis aumentaron tras las campañas de vacunación; Massachusetts vio un incremento del 642% en 1955 y Vermont experimentó un aumento del 266%, todos vinculados a la vacuna.
- Para los años setenta, el propio Dr. Jonas Salk admitió que la vacuna oral contra la poliomielitis estaba causando polio. Los datos del CDC confirmaron posteriormente que el 100% de los casos estadounidenses para 1989 eran inducidos por la vacuna.
- Los funcionarios sanitarios cambiaron los criterios diagnósticos para ocultar la verdad; antes de 1954 se diagnosticaba polio tras 24 horas de parálisis; después se extendió a 60 días, reduciendo artificialmente los números.
- El virus vivo presente en la vacuna oral se propagaba a través de materia fecal infectando a niños no vacunados y causando brotes comunitarios.
- Los informes VAERS revelan 13.641 eventos adversos—incluyendo 540 muertes—vinculados a la vacuna contra la poliomielitis solo durante cinco años.
- La vacuna no erradicó al polio; redefinió su existencia reemplazando al polio salvaje por cepas derivadas de vacunas. Hoy día, mientras las agencias globales promueven nuevos refuerzos contra el polio, queda una pregunta crucial: ¿Se repetirá esta historia?
El escándalo de la vacuna contra el polio es un recordatorio contundente sobre lo que ocurre cuando los intereses corporativos prevalecen sobre la seguridad pública. Las víctimas—millones de pacientes con cáncer, niños paralizados y familias destruidas—merecen justicia. Pero ¿la obtendrán alguna vez?
Fuentes incluyen:
ResearchGate.net
MedicalVeritas.com [PDF]
Enoch, Brighteon.ai
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
98 millones |
Número de estadounidenses que fueron inyectados con vacunas contaminadas con SV-40. |
642% |
Aumento en los casos de polio en Massachusetts después de la vacunación. |
266% |
Aumento en los casos de polio en Vermont después de la vacunación. |
100% |
Porcentaje de casos de polio en EE. UU. causados por la vacuna para 1989. |