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Estudio revela que las camas de bronceado triplican el riesgo de melanoma y causan daño genético extenso
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Estudio revela que las camas de bronceado triplican el riesgo de melanoma y causan daño genético extenso

lunes 29 de diciembre de 2025, 23:57h

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Un nuevo estudio revela que el uso de camas de bronceado triplica casi el riesgo de melanoma y causa daños genéticos extensos en la piel. Investigadores encontraron que los usuarios de estas camas presentan casi el doble de mutaciones en las células cutáneas, afectando incluso áreas normalmente protegidas del sol. Expertos piden reformas políticas urgentes, incluyendo prohibiciones para menores, ya que la Organización Mundial de la Salud clasifica las camas de bronceado como carcinógenos de Clase 1, al igual que el tabaco. Este estudio proporciona evidencia contundente sobre los peligros del bronceado artificial, desafiando la creciente popularidad impulsada por tendencias en redes sociales.

Un reciente estudio ha establecido una conexión clara entre el uso de camas de bronceado y un aumento cercano al triple en el riesgo de melanoma. Los investigadores han descubierto que los usuarios de estas camas presentan casi el doble de mutaciones en las células de la piel. Este daño genético peligroso se extiende por casi toda la superficie cutánea, lo que ha llevado a expertos a solicitar urgentemente reformas en las políticas, incluyendo la prohibición del uso de camas de bronceado por parte de menores.

Durante décadas, la industria del bronceado en interiores ha operado bajo un velo de sospecha, minimizando frecuentemente los graves riesgos para la salud asociados con sus dispositivos. Sin embargo, un nuevo estudio ha disipado cualquier duda restante al revelar el mecanismo preciso y alarmante por el cual las camas de bronceado causan cáncer. Publicada en la revista Science Advances, esta investigación realizada por Northwestern Medicine y la Universidad de California, San Francisco proporciona evidencia irrefutable sobre cómo los usuarios de camas de bronceado enfrentan un riesgo casi triplicado de desarrollar melanoma mortal y cómo estos dispositivos provocan mutaciones peligrosas en el ADN a través de casi toda la piel.

Análisis del daño celular

El estudio comenzó con un misterio clínico. El Dr. Pedram Gerami, dermatólogo e investigador del melanoma en Northwestern University, observó un número inusualmente alto de mujeres jóvenes en su clínica con múltiples melanomas, a menudo en partes del cuerpo protegidas del sol habitual. Sospechando una relación, su equipo comparó los registros médicos de 3,000 usuarios de camas de bronceado con 3,000 no usuarios. Los resultados fueron impactantes: el melanoma fue diagnosticado en el 5% del grupo que usaba camas, frente al 2% entre aquellos que las evitaban. Tras ajustar factores como la edad y antecedentes de quemaduras solares, se concluyó que los usuarios tenían un riesgo 2.85 veces mayor.

Este hallazgo epidemiológico llevó a una pregunta molecular más profunda: ¿cómo ocurre este daño? Utilizando secuenciación genómica avanzada en 182 biopsias cutáneas, los científicos examinaron melanocitos, las células productoras de pigmento donde se origina el melanoma. Descubrieron que las células cutáneas de los usuarios llevaban casi el doble de mutaciones que las provenientes de no usuarios. Estas mutaciones se encontraron incluso en piel normal sin lunares y en áreas como la parte baja de la espalda y los glúteos, zonas típicamente protegidas del sol.

Costo personal elevado

El costo humano detrás de estos datos se personifica en pacientes como Heidi Tarr, quien donó muestras de piel para la investigación. Como adolescente, utilizó una cama de bronceado varias veces a la semana porque «era lo que se hacía». En sus treinta años fue diagnosticada con melanoma. «Las biopsias pueden ser dolorosas, pero la ansiedad mental es peor», comentó. Su experiencia resalta un patrón trágico: «La mayoría de mis pacientes comenzaron a broncearse cuando eran jóvenes y vulnerables y no tenían el mismo nivel de conocimiento», señaló Gerami.

A raíz de estos hallazgos, expertos están haciendo llamados urgentes para reformar políticas relacionadas con el uso de camas bronceadoras. La Organización Mundial de la Salud clasifica estas máquinas como carcinógenos Clase 1, al igual que el tabaquismo y el asbesto. Gerami sostiene que las advertencias públicas deben reflejar esta realidad: «Cuando compras un paquete de cigarrillos dice que esto puede resultar en cáncer pulmonar; deberíamos tener una campaña similar sobre el uso de camas bronceadoras». Él y otros defensores insistieron en que al menos debería prohibirse el uso interior para menores, una medida ya adoptada por países como Australia y Brasil.

Este estudio llega en un momento preocupante para las camas bronceadoras, que están experimentando un resurgimiento impulsado por tendencias en redes sociales que romantizan esta práctica. Las conclusiones ofrecen una poderosa refutación basada en ciencia a cualquier afirmación sobre su seguridad. Para quienes puedan sentirse tentados por la promesa de un brillo rápido, tanto investigadores como sobrevivientes tienen un mensaje claro: «Para aquellos que estén pensando en usar una cama bronceadora», advirtió Tarr, «recomiendo encarecidamente: no las utilicen». La búsqueda por un bronceado temporal puede reescribir permanentemente tu código genético; una apuesta cuyos riesgos son ahora más evidentes y elevados que nunca.

La noticia en cifras

Cifra Descripción
2.85 Riesgo aumentado de desarrollar melanoma en usuarios de camas de bronceado.
5% Porcentaje de usuarios de camas de bronceado diagnosticados con melanoma.
2% Porcentaje de no usuarios diagnosticados con melanoma.
Casi 2 veces Aumento en el número de mutaciones en células de la piel entre usuarios comparado con no usuarios.
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