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Movimiento nacional busca abolir impuestos a la propiedad por considerarlos injustos

Movimiento nacional busca abolir impuestos a la propiedad por considerarlos injustos

lunes 15 de septiembre de 2025, 15:13h

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Un creciente movimiento nacional, impulsado por estados como Florida y Texas, busca abolir o reformar radicalmente los impuestos a la propiedad. Los críticos argumentan que este impuesto es inconstitucional y convierte a los propietarios en "arrendatarios del suelo", impidiendo una verdadera propiedad. Este sistema ha sido históricamente criticado por despojar de equidad, afectando desproporcionadamente a jubilados y hogares con ingresos fijos. Las soluciones propuestas incluyen reemplazar los impuestos a la propiedad con un impuesto sobre las ventas estatal uniforme. La batalla política y legal en torno a la propiedad está intensificándose, planteando cuestiones fundamentales sobre la propiedad y la equidad en Estados Unidos. Para más información, visita el enlace.

Movimiento creciente contra los impuestos a la propiedad

Un movimiento nacional en expansión, liderado por estados como Florida y Texas, busca abolir o reformar de manera radical los impuestos locales sobre la propiedad. Los críticos argumentan que este impuesto es inconstitucional, convirtiendo a los propietarios de viviendas en «arrendatarios del suelo» que nunca logran alcanzar una verdadera propiedad. Este sistema ha sido históricamente criticado por lo que se denomina «despojo de equidad», afectando desproporcionadamente a jubilados y hogares con ingresos fijos.

Las soluciones propuestas incluyen reemplazar los impuestos a la propiedad con un impuesto estatal sobre las ventas más alto y uniforme para financiar a los gobiernos locales. Actualmente, se están llevando a cabo desafíos legales, con defensores amenazando con llevar el asunto ante la Corte Suprema basándose en argumentos del 16.º Enmienda.

Una batalla política y legal sobre la propiedad

La lucha política y legal en torno a la naturaleza misma de la propiedad está intensificándose en Estados Unidos. Líderes estatales y activistas están desafiando directamente el sistema fundamental de financiamiento gubernamental local: el impuesto a la propiedad. Encabezada por funcionarios como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, esta iniciativa sostiene que el gravamen anual sobre bienes raíces no solo es opresivo, sino también fundamentalmente inconstitucional, impidiendo que los estadounidenses sean verdaderamente dueños de sus hogares.

El núcleo del argumento, expresado por numerosos defensores de los derechos de propiedad, es que la amenaza de incautación gubernamental por falta de pago anula el concepto de propiedad. Un comentarista señaló: “Es difícil afirmar que realmente eres el dueño de tu hogar si cada año tienes que pagar alquiler al gobierno”. Esta percepción se ve acentuada en un clima de valorizaciones inmobiliarias en aumento, donde los propietarios ven crecer sus facturas fiscales sin haber realizado mejoras, simplemente por «vivir allí y disfrutar de la vida». Para jubilados y personas con ingresos fijos, estas demandas crecientes pueden obligarles a vender propiedades familiares tras toda una vida de inversión.

Un sistema con un legado histórico problemático

La lucha contemporánea encuentra eco en un contexto histórico profundo y preocupante. Académicos como Andrew Kahrl, autor de «El Impuesto Negro: 150 Años de Robo, Explotación y Desposesión en América», han documentado extensamente cómo los impuestos locales sobre la propiedad han sido utilizados para perpetuar desigualdades. Su investigación revela un patrón de sobrevaloración en comunidades minoritarias junto con la aplicación depredadora de leyes sobre morosidad fiscal.

Este historial resalta una vulnerabilidad crítica en el sistema: su administración hiperlocal. Con un poder discrecional significativo otorgado a funcionarios locales y pocos mecanismos federales de supervisión, el impuesto a la propiedad ha sido susceptible a manipulaciones y sesgos sistemáticos. Como ilustra el trabajo de Kahrl, esto resultó en la desposesión de generaciones enteras de estadounidenses afrodescendientes.

Soluciones propuestas y batallas legales

La solución propuesta por muchos dentro del movimiento abolicionista es reemplazar los ingresos del impuesto a la propiedad con una fuente alternativa, comúnmente un impuesto sobre las ventas estatal. Los partidarios argumentan que esto desplaza la carga tributaria hacia el consumo, otorgando más control financiero a los individuos. Un análisis detallado de las finanzas de Texas sugirió que una tasa uniforme del 15.64% podría llenar este vacío.

Aparte de las acciones políticas, se están preparando desafíos legales. Los defensores están formulando argumentos basados en la 16.º Enmienda, sosteniendo que no se pueden gravar ganancias no realizadas y que deben basarse en ingresos. “Los impuestos no pueden ser aplicados sobre ganancias no realizadas; deben basarse en ingresos si es que existe algún impuesto”, afirmó uno de los defensores.

Una redefinición fundamental del concepto de propiedad

El debate sobre los impuestos a la propiedad va más allá del ingreso; representa un enfrentamiento sobre principios fundamentales relacionados con la propiedad, equidad y autonomía local. Mientras los reformadores consideran inmoral e inconstitucional un sistema que despoja riqueza a ciudadanos vulnerables, sus defensores ven una herramienta indispensable para financiar servicios comunitarios esenciales. El impulso detrás del movimiento sugiere una creciente disposición para confrontar estas tradiciones fiscales arraigadas.

Fuentes para este artículo incluyen:

TheEpochTimes.com

Forbes.com

TaxNotes.com

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