www.mil21.es
Reino Unido retira Jolly Rancher por químicos cancerígenos en golosinas importadas de EE. UU

Reino Unido retira Jolly Rancher por químicos cancerígenos en golosinas importadas de EE. UU

martes 17 de junio de 2025, 12:04h

Escucha la noticia

La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido ha emitido una advertencia urgente de "no consumir" varios productos de Jolly Rancher debido a la presencia de químicos derivados del petróleo vinculados al cáncer, conocidos como MOAH y MOSH. Los productos contaminados incluyen Jolly Rancher Hard Candy y Misfits Gummies, vendidos por Hershey en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. MOAH es un carcinógeno conocido que puede dañar el ADN, mientras que MOSH se acumula en los órganos, lo que representa un riesgo mayor para niños y consumidores frecuentes. Este incidente destaca la preocupación por la entrada de alimentos estadounidenses con químicos prohibidos en el mercado británico y subraya la necesidad de regulaciones más estrictas sobre la seguridad alimentaria. La FSA aconseja desechar los productos afectados y reportar a los vendedores, enfatizando que los consumidores deben ser cautelosos con los alimentos procesados.

La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido ha emitido una advertencia urgente de «no consumir» para varios productos de caramelos Jolly Rancher, tras descubrir que contienen químicos derivados del petróleo asociados con el cáncer. Este retiro, anunciado el 11 de junio, afecta a los caramelos Jolly Rancher Hard Candy, Misfits Gummies y Berry Gummies, fabricados por la empresa estadounidense Hershey y vendidos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

Los análisis revelaron la presencia de Hidrocarburos Aromáticos Minerales (MOAH) y Hidrocarburos Saturados Minerales (MOSH), sustancias tan peligrosas que infringen las leyes de seguridad alimentaria del Reino Unido. Este escándalo pone de manifiesto un patrón recurrente en el que los alimentos elaborados en Estados Unidos, que contienen químicos prohibidos, ingresan al mercado británico.

Contaminación por subproductos petroleros

Los compuestos MOAH y MOSH, derivados del petróleo crudo, se utilizan en la fabricación de caramelos para evitar que se peguen y para darles un acabado brillante. Sin embargo, sus riesgos son significativos: el MOAH es un carcinógeno genotóxico conocido, lo que significa que puede alterar el ADN y aumentar el riesgo de cáncer, especialmente en el hígado y los ganglios linfáticos. La FSA ha declarado que «ninguna exposición está exenta de riesgo para la salud humana». Por su parte, el MOSH, aunque menos directamente cancerígeno, tiende a acumularse en los órganos y puede causar daños a largo plazo. La agencia advirtió que estos caramelos representan un peligro mayor para los niños y aquellos que los consumen con frecuencia.

A pesar de que Hershey afirma haber retirado productos no conformes de las estanterías del Reino Unido a principios de 2024, la FSA informa que continúan ingresando importaciones irregulares al país, lo cual obliga a las autoridades a intervenir.

Un sistema alimentario perjudicial para la salud

El escándalo relacionado con Jolly Rancher resalta una realidad alarmante: la comida procesada es un campo minado químico. Desde recubrimientos de caramelos basados en petróleo hasta bebidas mal etiquetadas como «dietéticas», las corporaciones priorizan la vida útil y las ganancias sobre la salud humana. La afirmación cautelosa de la FSA sobre que «el riesgo es bajo» para los consumidores ocasionales ignora el efecto acumulativo de estas toxinas, especialmente en los niños.

Los defensores de la salud natural han advertido durante mucho tiempo sobre los aditivos alimentarios sintéticos; sin embargo, los reguladores suelen quedarse atrás respecto a la evidencia científica. El MOAH fue identificado como carcinógeno hace años, pero no fue sino hasta 2024 que el Reino Unido implementó retiros. Mientras tanto, la FDA estadounidense sigue permitiendo muchos de estos químicos, dejando a los ciudadanos como conejillos de indias en experimentos impulsados por grandes empresas alimentarias.

Optar por alimentos reales

La solución es sencilla: evitar alimentos procesados. Los alimentos enteros y orgánicos—libres de derivados del petróleo y colorantes sintéticos—son siempre la opción más segura. A medida que la FSA intenta confiscar dulces ilegales, los consumidores deben cuestionar por qué estos productos están disponibles en primer lugar. La respuesta es clara: se trata del lucro. En 2023, los ingresos globales de Hershey superaron los 11 mil millones de dólares, evidenciando así el gran negocio detrás de promover una adicción al azúcar y a sustancias químicas.

Para quienes hayan consumido estos caramelos, la FSA recomienda desechar cualquier producto restante y reportar a los vendedores ante las autoridades competentes. Sin embargo, la lección más profunda es evidente: no se debe confiar en ninguna corporación para salvaguardar nuestra salud. Leer etiquetas es esencial; rechazar productos procesados e exigir transparencia son pasos necesarios hacia un consumo más seguro. El retiro en el Reino Unido representa una victoria poco frecuente para la seguridad alimentaria; no obstante, la lucha contra los aditivos tóxicos está lejos de concluir.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios