Rusia ha emitido una advertencia severa, calificando a Berlín como un “objetivo nuclear legítimo”, en medio de la creciente tensión provocada por el canciller alemán Friedrich Merz, quien impulsa el suministro de misiles Taurus de largo alcance a Ucrania. La afirmación provocadora de Merz, realizada en una entrevista con ZDF, donde afirmó que tales entregas son “posibles”, representa un desafío audaz a las líneas rojas establecidas por Moscú, lo que intensifica los temores de una posible represalia nuclear.
La crisis se ha visto agravada por el anuncio del Ministerio de Defensa alemán, que informó que Berlín financiará la producción de sistemas de armas de largo alcance en Ucrania. Se prevé que las primeras unidades sean desplegadas por las fuerzas ucranianas en cuestión de semanas. Esta decisión forma parte del compromiso más amplio de Merz para fortalecer el ejército ucraniano y coincide con su declaración sobre la supuesta eliminación de restricciones armamentistas por parte de aliados como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, aunque Washington aún no ha confirmado este cambio.
Reacción del Kremlin
La respuesta del Kremlin fue rápida e inflexible. El Comité de Defensa de la Duma Estatal declaró que Rusia reaccionará “con dureza, asimétricamente y con decisión” si Alemania suministra misiles Taurus a Kyiv. Esta advertencia subraya el creciente riesgo de confrontación directa, ya que la postura agresiva de Merz, carente de un consenso claro entre los aliados, coloca a Berlín en la línea de fuego de Moscú, generando alarma global ante la posibilidad de una escalada catastrófica.
Además, medios estatales rusos han sido más directos en su reacción a los comentarios de Merz, advirtiendo que Moscú podría atacar directamente Berlín si comienzan a caer misiles alemanes sobre ciudades rusas. En este contexto, Margarita Simonyan, directora general del canal RT, expresó en Twitter que si Merz utiliza armas alemanas para atacar Moscú —y todos saben que Kiev no tiene capacidad independiente para operar los misiles Taurus— entonces Rusia no tendrá otra opción que atacar directamente Berlín.
Escalamiento del conflicto
Estas amenazas no fueron formuladas oficialmente; sin embargo, reflejan cómo el Kremlin comunica sus advertencias más serias. Por otro lado, el presidente estadounidense Donald Trump ha afirmado esta semana que Putin está “jugando con fuego” al continuar con los ataques aéreos sobre Kiev y otros lugares en Ucrania. Rusia ha señalado los miles de drones lanzados desde Ucrania hacia su territorio este mes, algunos incluso alcanzando Moscú y causando interrupciones en vuelos internacionales.
El miércoles pasado, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, anunció que la próxima ronda de negociaciones de paz está programada para el 2 de junio en Estambul. Sin embargo, queda por ver si las partes enfrentadas llegarán siquiera a la mesa de negociaciones. La retórica belicosa y las amenazas están aumentando más que nunca; el Kremlin ha advertido que cualquier retraso adicional respecto a condiciones clave como concesiones territoriales significaría que “la paz mañana será aún más dolorosa”.
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