Las ciudades más ricas de Estados Unidos están experimentando un aumento de adictos, delincuentes y personas sin hogar. A pesar de los esfuerzos políticos y los fondos federales, el problema continúa empeorando. La falta de viviendas asequibles es una de las principales causas. Además, la delincuencia está aumentando y las empresas están cerrando debido a robos constantes. El abuso de sustancias también se ha convertido en una crisis, especialmente entre los adolescentes. Si no se toman medidas urgentes, la sociedad estadounidense enfrentará un futuro distópico y anárquico.