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Covid 19

23/12/2021@21:22:45

El Ejecutivo intensificará la vacunación y dotará a los centros sanitarios públicos y privados de más recursos humanos y económicos para afrontar la pandemia. Además, asegura que hay vacunas suficientes para toda la población.

El director de la Organización pide tomar conciencia de que habrá que tomar decisiones difíciles de cara a las fiestas y cancelar o retrasar eventos en algunos casos. “Es mejor cancelar ahora y celebrar más tarde, que celebrar ahora y estar de luto más tarde”, sostiene Tedros.

La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) participó en el World Pandemics Forum, organizando una mesa de debate titulada ‘COVID persistente: Un reto social que busca una solución’, donde reclamó “conocimiento, reconocimiento y valentía; y tolerancia cero a la negación de la afectación basada en la ignorancia científica y en el temor económico”.

A finales del pasado mes de octubre se celebraron en Madrid las jornadas del CIR Long Covid, una nueva oportunidad para escuchar en primera persona a pacientes afectados por el conocido como COVID persistente, aportando su difícil experiencia ante una enfermedad desconocida para el imaginario colectivo, aunque cada vez menos.

La OMS le ha pedido a China todos los datos para resolver el origen del coronavirus, pero el país se niega a ofrecerlos, alegando su deseo de que la investigación se base en la ciencia y no en la política. No obstante, la OMS ya pidió que se “despolitizara” dicha investigación.

Jorge, un deportista de 46 años, lleva dos semanas ingresado en la UCI en La Fe de Valencia tras haberse contagiado por Covid-19. Él no creía en su existencia e, incluso, alentaba a su familia a no vacunarse. Su estado es grave y ello ha hecho que Jorge reconozca la gravedad de la enfermedad.

Durante estos 16 meses de pandemia global, la teoría más extendida es que fue en China donde se originó el virus y lo transmitió al denominado ‘paciente cero’. De ahí se empezó a extender a otros países e Italia fue el primero en Europa. Sin embargo, otras evidencias mostrarían que el primer paciente fue un niño infectado en noviembre de 2019. El debate del origen del coronavirus no deja de suscitar confusión y polémica.

Las personas que se contagiaron de COVID-19 durante la primera ola están llegando -para las que consiguieron superar la primera barrera de los 12 meses de baja- a los tribunales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) tras alcanzar la primera prórroga de 180 días que permite la administración. Personas que, en su mayoría, eran trabajadores sanitarios y sociosanitarios, del ámbito Salud no sanitarios o personal esencial que se contagiaron en su lugar de trabajo y sienten ahora que les han abandonado a su suerte.

Después de casi dos años de pandemia creo que he dicho casi todo que podía decir sobre ella. Más que sobre ella debiera decir que es del comportamiento humano que he observado durante estos casi 24 meses.

Todos los expertos nos habían alertado por sexta vez consecutiva, que rebajar las medidas contra el COVID demasiado pronto de nuevo, con la variante Delta campando a sus anchas era muy peligroso.

Sanidad informó este lunes sobre la cifra de muertes y contagiados por Covid-19. Preocupa el escenario en España, a pesar de la aceleración en la vacunación y la compra de más vacunas. Algunas comunidades ya imponen medidas más drásticas.

Reino Unido lamenta la muerte de John Eyers, un deportista aficionado a la escalada y el camping. El conocido negacionista, no quería vacunarse porque confiaba en que su buen estado físico le ayudase a sobrellevar la enfermedad. Sus últimas horas las pasó en la UCI, entubado, y ha dejado a una familia rota por el dolor.

El secretario de EE.UU., Antony Blinken, insta a la comunidad internacional a reunirse para esclarecer el origen del Covid-19. El político se ha reunido este miércoles con el director general de la OMS, Tedros Adhanom, para llevar a cabo una segunda investigación, transparente, sobre este asunto de “vital importancia”.

Según un estudio publicado en The Lancet, la pandemia del coronavirus ha dejado a más de 1,5 millones de niños en el mundo sin alguno de sus padres, abuelos o tutores. Los datos se han publicado el 21 de julio, pero cubren hasta el mes de abril, por lo que se calcula que la cifra es mayor todavía. Los autores del estudio alertan de que “la orfandad no desaparece” y los niños quedan desprotegidos.