Si tuviéramos que buscar una imagen que definiera el esperpento ocurrido el pasado miércoles 6 en el Capitolio de Washington, probablemente la mejor sería la de Jake Angeli presidiendo el Senado de EE.UU. durante unos minutos disfrazado de bisonte.
Día de Reyes. Un 6 de enero marcado por el Covid-19, por un 2020 para el olvido y por Donald Trump. Sí, lo inimaginable pasó en uno de los máximos órganos de Estados Unidos. El Capitolio era asaltado por simpatizantes del presidente norteamericano en un movimiento histórico a la vez que negligente.
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