La administración Biden trabaja en la Tercera Guerra Mundial que involucra a Taiwán y China

En proceso se encuentra otra batalla de poder para la administración Biden, esta vez con Taiwán, una nación insular que China considera como suya. El miércoles 23 de agosto, se aprobó por parte del Departamento de Estado una posible venta de sistemas de búsqueda y seguimiento infrarrojos para los aviones de combate F-16 de la isla, con un valor de $500 millones. Lockheed Martin es el contratista principal de este acuerdo.

La venta a la Oficina de Representación Económica y Cultural de Taipei, la embajada de facto de Taiwán en los Estados Unidos, según la Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa del Pentágono. Washington y Taipei carecen de relaciones diplomáticas formales. Existe un amplio apoyo bipartidista para armar a Taiwán y prácticamente no hay oposición, aunque el posible acuerdo podría ser bloqueado por el Congreso. De hecho, los legisladores estadounidenses han estado presionando al Pentágono y a la Casa Blanca para que envíen armas a Taiwán. Creen que proporcionar suficiente armamento a Taipei disuadiría a Beijing de atacar la isla.

Sin precedentes: Estados Unidos proporciona a Taiwán 345 millones de dólares en ayuda militar

Utilizando la Autoridad de Reducción Presidencial (PDA), la administración Biden ha proporcionado a Taiwán $ 345 millones en ayuda militar el mes pasado. Esta autoridad permite al gobierno estadounidense enviar armas directamente desde las reservas del Pentágono, que también ha sido la principal forma en que Estados Unidos ha estado armando a Ucrania. El paquete de ayuda incluye defensa, educación y entrenamiento para los taiwaneses. Según dos funcionarios estadounidenses que prefirieron mantenerse en el anonimato, Washington enviará sistemas portátiles de defensa aérea, conocidos como MANPADS, capacidades de inteligencia y vigilancia, así como armas de fuego y misiles.

"Una herramienta importante para apoyar la autodefensa de Taiwán" fue proporcionada por la decisión de la administración Biden de retirar armas y otros materiales de sus almacenes, según afirmó la oficina de representación de Taiwán en Estados Unidos. Se comprometieron a colaborar con Estados Unidos para mantener "la paz, la estabilidad y el status quo a través del Estrecho de Taiwán". Desde que Washington rompió relaciones diplomáticas con Taipei en 1979, Estados Unidos ha estado vendiendo armas a la nación isleña, pero el uso de la PDA para armar a Taiwán es un hecho sin precedentes. China no recibió bien esta nueva forma de apoyo por parte de Estados Unidos a Taiwán y emitió severas reprimendas inmediatamente.

Desde que Washington rompió relaciones diplomáticas con Taipei en 1979, Estados Unidos ha estado vendiendo armas a la nación isleña

En 1982, se emitió un tercer comunicado conjunto entre Estados Unidos y China acerca de las ventas de armas estadounidenses a Taiwán, después de que sus lazos se normalizaran. Según el comunicado, el gobierno de Estados Unidos tenía la intención de reducir gradualmente la venta de armas a Taiwán, con el objetivo de llegar a una resolución final en un período de tiempo determinado. Sin embargo, en ese momento los funcionarios estadounidenses dejaron claro que estaban dejando abierto el compromiso a su propia interpretación.

"La política exterior de los Estados Unidos establece que la reducción de las ventas de armas a Taiwán está condicionada al compromiso continuo de China con la solución pacífica de las diferencias entre Taiwán y la República Popular China", afirmó el entonces presidente Ronald Reagan en un comunicado emitido el mismo día en que se publicó un memorando interno. Es importante destacar que el vínculo entre estos dos asuntos es fundamental para la política exterior del país.

En respuesta al aumento del apoyo diplomático y militar por parte de Estados Unidos a Taiwán, China ha incrementado su presión militar sobre la isla en los últimos años. Esto se evidencia en los ejercicios militares que han llevado a cabo alrededor de Taiwán, los cuales han sido descritos como una "advertencia seria" después de la visita del presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.