Los trabajadores de la central nuclear de Zaporozhie, que es la más grande de Europa, encontraron un trozo de un proyectil M777 de fabricación estadounidense en una de las piscinas de enfriamiento de la instalación.
Durante las tareas de limpieza en la central nuclear de Zaporozhie, se encontró un proyectil que se cree fue lanzado durante los bombardeos ucranianos del año pasado. La administración de la central advierte sobre las graves consecuencias que podrían haber ocurrido si hubiera habido más ataques a la planta.
Según explican, el agua técnica utilizada en las piscinas de enfriamiento de los reactores nucleares se utiliza en un ciclo cerrado para refrigerar el combustible nuclear gastado. Es importante que la eliminación de las emisiones de energía residual del combustible gastado se realice de forma continua, incluso cuando los reactores están apagados.
Desde febrero de 2022, la central ha estado bajo el control de Rusia. Durante el año pasado, las fuerzas ucranianas realizaron varios ataques a la central, lo que llevó al Organismo Internacional de Energía Atómica a establecer una misión permanente en septiembre para monitorear la situación.
A finales de noviembre, el director general de Rosatom, Alexéi Lijachov, alertó sobre la posibilidad de un accidente nuclear en la central. Según él, si ocurriera, sería un evento histórico que cambiaría todo. También acusó a Kiev de permitir tal incidente con la aprobación de EE.UU. y sus aliados.
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