El sindicato Solidaridad y otros cuatro sindicatos patriotas europeos han firmado hoy en el Parlamento Europeo el primer manifiesto de sindicatos patrióticos de Europa. Este manifiesto tiene como objetivo defender a los trabajadores europeos de las amenazas que ponen en riesgo su bienestar, supervivencia y progreso material.
Entre las medidas propuestas en el documento se encuentran la lucha contra la competencia desleal de productos extranjeros, el rechazo al reetiquetado ilegal de productos procedentes de terceros países, la oposición a la deslocalización de fábricas y empresas a terceros países, la denuncia de la inmigración ilegal utilizada por las élites globalistas y la defensa de los derechos de los trabajadores europeos.
El secretario general de Solidaridad, Rodrigo Alonso, ha afirmado que “los sindicatos patriotas europeos deben plantar cara a la amenaza globalista y defender los intereses de nuestras naciones, de nuestros sectores productivos y de nuestros trabajadores». Ello en un acto celebrado en el Parlamento Europeo cuyo anfitrión ha sido el jefe de la delegación de VOX en Bruselas y vicepresidente político del partido, Jorge Buxadé.
El manifiesto se opone al «fanatismo climático» que, según los sindicatos firmantes, condiciona los trabajos y costumbres europeas por exigencias de lobbies. «Los mismos que ayer decidieron nuestra dependencia energética y hoy quieren prohibir los motores de combustión callan ante los altos niveles de contaminación de China o India«, reza el documento.
Además, los sindicatos patrióticos europeos, pertenecientes a países como Reino Unido, Italia, Hungría y Rumanía, defienden que Europa necesita reformas estructurales que vuelvan a poner en el centro los intereses de los trabajadores y sus familias. Según el texto firmado, esto permitirá plantar cara a unas élites globalistas que pretenden disolver las naciones europeas, liquidar las conquistas laborales y destruir las economías en beneficio de terceros países.
El manifiesto también plantea la necesidad de fomentar la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas en toda Europa, superando la lucha de clases que, según los firmantes, defienden los viejos sindicatos socialistas y comunistas. «Decimos sí a defender nuestros derechos: porque tenemos derecho a una vida digna, con un salario, una estabilidad y unas condiciones laborales que nos permitan acceder a una vivienda, formar una familia o disfrutar de un retiro digno”, concluyen.