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Descubriendo el poder del ácido fólico: clave para la salud y prevención de defectos congénitos
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Descubriendo el poder del ácido fólico: clave para la salud y prevención de defectos congénitos

martes 30 de diciembre de 2025, 11:12h

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La vitamina B9, también conocida como folato o ácido fólico, es crucial para la síntesis y reparación del ADN, así como para la división celular, desempeñando un papel vital en el crecimiento y la salud general. Su función más destacada es prevenir defectos congénitos del cerebro y la columna vertebral durante el embarazo. Además, colabora con otras vitaminas del grupo B para regular los niveles de homocisteína, un factor de riesgo para enfermedades cardíacas. El folato se encuentra en alimentos como legumbres, verduras de hoja verde oscura y frutas cítricas, aunque su contenido puede disminuir con la cocción. La fortificación obligatoria con ácido fólico ha sido un éxito en salud pública, reduciendo significativamente la incidencia de defectos del tubo neural. Sin embargo, las etiquetas de suplementos solo pueden mencionar "ácido fólico", lo que ha generado debate sobre la confusión que esto puede causar entre los consumidores. Mantener niveles adecuados de vitamina B9 es esencial no solo para la salud prenatal sino también para el bienestar cardiovascular y potencialmente en la prevención de ciertos tipos de cáncer.

La vitamina B9, conocida como folato o ácido fólico, desempeña un papel crucial en la síntesis y reparación del ADN, así como en la división celular, lo que la convierte en un elemento vital para el crecimiento y la salud general. Su función más destacada es la prevención de defectos congénitos graves del cerebro y la columna vertebral, conocidos como defectos del tubo neural, durante las primeras etapas del embarazo.

Además, el folato colabora con otras vitaminas del grupo B para regular los niveles de homocisteína, un factor de riesgo asociado a enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. También previene la anemia megaloblástica. Mientras que el folato natural se encuentra en legumbres, verduras de hojas oscuras y frutas cítricas, su forma sintética, el ácido fólico, se utiliza para enriquecer alimentos y suplementos.

La importancia de la vitamina B9

En el complejo panorama de la nutrición humana, pocos nutrientes poseen una significación tan profunda y multifacética como la vitamina B9. Este nutriente esencial opera bajo dos identidades principales: el folato, presente naturalmente en una variedad de alimentos integrales, y el ácido fólico, diseñado artificialmente para fortificación y suplementos. Esta distinción no es meramente semántica; es fundamental para entender cómo el organismo accede y utiliza este recurso crítico desde los momentos iniciales del desarrollo celular hasta el mantenimiento continuo de la salud a lo largo de la vida.

La vitamina B9 es soluble en agua y no puede almacenarse en grandes cantidades en el cuerpo, lo que requiere una ingesta constante a través de la dieta o suplementos. Aunque sus formas son estructuralmente similares, se metabolizan de manera diferente. El folato es el término general que abarca las diversas formas biológicamente activas presentes naturalmente. Por su parte, el ácido fólico es un compuesto completamente oxidado y estable creado para su uso en suplementos dietéticos y alimentos enriquecidos.

Reconociendo la deficiencia de folato

Una deficiencia en vitamina B9 puede manifestarse a través de diversos síntomas relacionados con sus funciones esenciales. La señal más característica es la anemia megaloblástica, que se presenta con fatiga, debilidad y palidez debido a la disminución de la capacidad del sangre para transportar oxígeno. Otros síntomas pueden incluir dolores de cabeza, palpitaciones cardíacas, dificultad para respirar y problemas de concentración.

Las poblaciones más vulnerables a esta deficiencia incluyen a las personas embarazadas, aquellos con trastornos por consumo de alcohol o malabsorción como enfermedad celíaca o enfermedad inflamatoria intestinal, así como individuos con variaciones genéticas que afectan el metabolismo del folato.

Prevención y tratamiento

El poder preventivo de una ingesta adecuada de folato está bien documentado. Las iniciativas de salud pública centradas en la fortificación con ácido fólico han llevado a una disminución significativa en la incidencia de defectos del tubo neural (DTN), representando uno de los grandes éxitos nutricionales del último siglo. Además de su relevancia prenatal, mantener niveles suficientes de folato está asociado con un menor riesgo de eventos cardiovasculares al regular los niveles de homocisteína.

A medida que avanza la investigación sobre sus posibles roles adicionales, algunos estudios sugieren que un adecuado consumo de folato puede respaldar funciones cognitivas e incluso ralentizar el deterioro cognitivo relacionado con la edad; sin embargo, las evidencias son mixtas. Su papel en la síntesis y reparación del ADN también lo posiciona como un nutriente relevante en estrategias preventivas contra ciertos tipos de cáncer vinculados a factores dietéticos.

Fuentes naturales y efectos del cocinado

Una dieta rica en alimentos integrales puede proporcionar abundante folato. Las legumbres son especialmente ricas en este nutriente; los guisantes negros, garbanzos y lentejas destacan entre ellos. Las verduras de hojas verdes oscuras como espinacas y acelgas también son excelentes fuentes. Otros contribuyentes notables incluyen brócoli, aguacates y frutas cítricas.

Es importante tener presente que el folato es un nutriente sensible que puede degradarse por efecto del calor y la luz. Hervir verduras puede provocar que una parte significativa de su contenido se pierda en el agua de cocción; por ello, métodos como cocinar al vapor o saltear durante períodos cortos ayudan a preservar más cantidad del vitaminado. Incorporar alimentos crudos ricos en folato como ensaladas y frutas frescas puede aumentar aún más su ingesta.

Suplementación y regulaciones

Para muchas personas—especialmente aquellas que planean un embarazo o están en riesgo de deficiencia—los suplementos representan una vía confiable para asegurar una ingesta adecuada. El U.S. Preventive Services Task Force recomienda que todas las personas capaces o planificando un embarazo tomen diariamente entre 400 a 800 microgramos de ácido fólico.

No obstante, un cambio regulatorio ha generado confusión respecto al etiquetado: según directrices emitidas por la FDA estadounidense, solo se permite utilizar el término «ácido fólico» en las etiquetas nutricionales; esto ha suscitado debate entre expertos quienes argumentan que oculta las importantes diferencias metabólicas entre el folato natural y su análogo sintético.

La trayectoria histórica de la vitamina B9—desde su descubrimiento hasta su influencia sobre políticas públicas—subraya una verdad fundamental: este modesto nutriente es esencial para la salud humana desde lo celular hasta lo social.

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