Así se desprende del primer informe del Ejecutivo comunitario para evaluar la aplicación de la directiva sobre los compromisos nacionales de reducción de emisiones, que fija 'techos' que cada país debe cumplir en 2020 y 2030 para emisiones atmosféricas antropogénicas de dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles no metánicos (Covnm), amoniaco (NH3) y partículas finas (PM 2,5).
El informe indica que la mayoría de los Estados miembro de la UE corre el riesgo de incumplir sus compromisos nacionales de reducción de emisiones para 2020 y 2030; aunque algunos muestran buenas prácticas que deberían servir de inspiración para otros, el documento indica la necesidad de adoptar medidas complementarias para reducir la contaminación atmosférica.
En cuanto al escenario de medidas existentes de los países para controlar la contaminación, España aprueba para 2020 en todos los contaminantes analizados, mientras que 17 países suspenden en al menos un contaminante (Alemania, Austria, Bulgaria, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Francia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Rumanía y Suecia).
Sin embargo, para 2030 sólo aprueban Croacia, Chipre, Finlandia y Países Bajos, y los otros 23 países de la UE necesitan mejorar. En el caso de España, la Comisión Europea señala que incumpliría sus objetivos en las cinco sustancias contaminantes analizadas.
Respecto a un escenario de medidas adicionales, Bruselas coloca una cruz roja a España en Covnm para 2030 y da su visto bueno en el resto de contaminantes.
“REDOBLAR” LOS ESFUERZOS
La Comisión Europea instó a los Estados miembro a "redoblar" sus esfuerzos en todos los sectores para garantizar que sus ciudadanos respiren aire limpio, prevenir enfermedades respiratorias y muertes prematuras causadas por la polución atmosférica.
“Este informe envía un mensaje claro. En toda Europa, demasiados ciudadanos siguen estando en riesgo debido al aire que respiran. Necesitamos medidas más eficaces para reducir la contaminación en numerosos Estados miembro y hacer frente a las emisiones atmosféricas en todos los sectores, especialmente la agricultura, el transporte y la energía”, apuntó el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.
La Comisión seguirá supervisando y apoyando los esfuerzos nacionales con instrumentos financieros y no financieros. Esas medidas son especialmente necesarias en la agricultura para reducir las emisiones de amoníaco, que es el desafío más común y grave en toda la UE.