Ghislaine Maxwell, quien fue expareja y asociada del fallecido millonario Jeffrey Epstein, ha sido trasladada a una prisión federal de mínima seguridad en Texas. Este movimiento se produce una semana después de su reunión con el fiscal general adjunto, Todd Blanche, según informaron diversos medios locales.
Las autoridades no han proporcionado explicaciones sobre las razones detrás de esta decisión. En 2022, Maxwell fue condenada a 20 años de prisión por facilitar los abusos sexuales de Epstein hacia menores de edad, formando parte de una red de trata de personas.
Especulaciones sobre inmunidad
Días antes del traslado, surgieron especulaciones sobre la posibilidad de que Maxwell hubiera solicitado inmunidad judicial, lo cual podría haber sido concedido a cambio de información detallada sobre la red criminal. Esta situación llevó a que Blanche, quien anteriormente fue abogado de Donald Trump, se entrevistara con ella el jueves anterior al traslado.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump ha enfrentado críticas dentro del Partido Republicano debido a la falta de publicación de documentos relacionados con Epstein, algo que había prometido durante su administración. Esto ha generado un clima tenso en torno al caso.
Reacciones entre las víctimas
El hecho de que Maxwell se encuentre ahora en una prisión de baja seguridad ha provocado indignación entre las víctimas y sus familias. «Es una depredadora sexual que agredió físicamente a niños menores en múltiples ocasiones y nunca debería recibir indulgencia», expresaron familiares de las víctimas.
En una declaración obtenida por el Daily Mail, las hermanas Annie y Maria Farmer, junto con miembros de la familia de Virginia Giuffre —una de las víctimas más reconocidas— señalaron que no fueron notificadas del traslado. «Este es el sistema judicial fallándole a las víctimas ante nuestros ojos», lamentaron.