Creciente escepticismo sobre vacunas en Canadá y EE. UU. tras efectos adversos del COVID-19

Un reciente estudio revela que más de la mitad de los padres canadienses se encuentran profundamente preocupados por las consecuencias sanitarias derivadas de la vacunación contra el COVID-19. Este fenómeno ha generado un aumento significativo en la desconfianza hacia las vacunas, un tema que ha cobrado relevancia a medida que se difunden relatos sobre efectos adversos severos asociados a las inyecciones de ARN mensajero.

Según el informe, casi el 50% de los padres canadienses ahora expresan inquietudes sobre la seguridad de las vacunas para sus hijos, lo que representa un cambio drástico respecto a los niveles de escepticismo previos a la pandemia, donde se estimaba alrededor del 10%. Este aumento en la preocupación está vinculado a informes sobre reacciones adversas y casos de COVID-19 en personas vacunadas, lo que ha alimentado aún más la desconfianza pública.

Aumento del Escepticismo Vacunal en Canadá

El análisis también señala que entre aquellos que muestran reticencia hacia las vacunas, un 66% menciona el temor a reacciones adversas como su principal motivo, mientras que un 33% cuestiona la efectividad de las mismas. Además, desde el inicio de la pandemia, las tasas de vacunación infantil han disminuido notablemente; solo el 55% de los padres optaron por vacunar a sus hijos contra la gripe y un 24% decidió no vacunar debido a preocupaciones sobre la seguridad.

Los expertos subrayan la necesidad urgente de una comunicación más clara por parte de las autoridades sanitarias. A medida que aumentan las reclamaciones por lesiones relacionadas con las vacunas y se intensifican los debates sobre mandatos para grupos con bajo riesgo, como los niños, reconstruir la confianza pública se convierte en un desafío crítico.

Resultados Reveladores Sobre la Seguridad Vacunal

Un sondeo reciente encargado por el gobierno indica que casi el 50% de los padres canadienses están preocupados por posibles efectos secundarios de las vacunas para sus hijos. Esta tendencia refleja un cambio significativo en las actitudes públicas tras la pandemia. El estudio, realizado por Advanis Inc. para la Agencia de Salud Pública de Canadá, encuestó a 5,113 padres en todo el país y reveló un escepticismo arraigado a pesar del apoyo generalizado hacia las vacunas infantiles tradicionales.

El informe destaca una «gran transformación» en el conocimiento y creencias de los canadienses respecto a las vacunaciones desde el inicio del COVID-19. Un 19% de los padres manifiestan estar muy preocupados por los efectos secundarios. Aunque un 88% todavía ve favorablemente las inmunizaciones rutinarias —como aquellas contra sarampión y paperas— solo el 55% eligió vacunar a sus hijos contra la gripe. Al preguntarles sobre su decisión de omitir ciertas vacunas, un 24% mencionó preocupaciones sobre seguridad y un 22% consideró innecesarias algunas inmunizaciones.

A pesar de estas inquietudes, los gobiernos federal y provinciales continúan promoviendo las vacunas contra el COVID-19 para niños, aunque la Agencia de Salud Pública no ha respaldado formalmente estas inyecciones. Mientras tanto, el Programa de Apoyo a Lesiones por Vacunas (VISP) ha visto aumentar su financiamiento ante el incremento en reclamaciones —una tendencia reportada por LifeSiteNews.

La creciente reticencia hacia las vacunas no es un fenómeno nuevo; sin embargo, la pandemia ha intensificado los debates sobre las relaciones entre riesgos y beneficios, especialmente para grupos con bajo riesgo como los niños. Grupos defensores como Children’s Health Defense hacen hincapié en la importancia de informar sobre reacciones adversas y abogan por mayor transparencia.

Este estudio pone de relieve uno de los principales desafíos para la salud pública: restaurar la confianza después de una pandemia polarizadora. Como señaló uno de los investigadores, comprender cómo comunicar eficazmente —en lugar del porqué del escepticismo— es fundamental. Con programas vacunales bajo escrutinio, los funcionarios canadienses enfrentan una delicada tarea al intentar abordar estas preocupaciones mientras mantienen tasas adecuadas de inmunización.

La noticia en cifras