Qatar y Turquía han presentado una propuesta que otorga a Hamas un plazo de dos años para llevar a cabo un proceso de desarme en Gaza, según informes de medios israelíes. Este plan, que incluye el almacenamiento supervisado de armas o su transferencia a la Autoridad Palestina (AP), ha encontrado una fuerte oposición por parte de Israel, que exige un cronograma mucho más corto, lo que eleva las tensiones sobre el futuro gobierno del enclave devastado por la guerra.
Fuentes informaron a Ynet que Qatar y Turquía están impulsando un proceso de desarme gradual, inspirado en el desmantelamiento del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en Irlanda del Norte. Según su propuesta, Hamas podría conservar sus armas durante hasta dos años mientras continúan las discusiones, transfiriendo armamento a la AP o almacenándolo en depósitos bajo supervisión internacional.
Rechazo israelí y advertencias militares
No obstante, Israel ha rechazado este cronograma extendido, exigiendo un desarme completo en cuestión de meses. Un funcionario israelí advirtió: «Si Hamas no es desarmado, Israel intervendrá y lo desarmará», señalando la posibilidad de una acción militar unilateral si los esfuerzos diplomáticos fracasan.
Estados Unidos ha mostrado apertura hacia la iniciativa turco-qatarí, sugiriendo un enfoque de «desmantelamiento» en lugar de un desarme inmediato. Esta postura se alinea con el plan más amplio del presidente Donald Trump, que incluye el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) para supervisar la reconstrucción de Gaza.
Sin embargo, Israel ha expresado su incomodidad con la participación turca y qatarí debido a sus vínculos históricos con Hamas. En este contexto, Hamas ha indicado una disposición condicional para desarmarse, pero solo si Israel pone fin a su ocupación. Khalil al-Hayya, líder senior de Hamas, declaró: «Las armas de Hamas están vinculadas a la existencia de la ocupación; si esto termina, las armas serán transferidas al estado». Se refiere a un futuro estado palestino soberano.
La situación actual en Gaza
A pesar del alto al fuego declarado, la inteligencia israelí advierte que Hamas está reconstruyendo rápidamente sus fuerzas y afianzando su control autoritario sobre Gaza. Informes indican que el grupo ha reanudado tácticas autoritarias como la represión de disidencias y la confiscación de armas pertenecientes a facciones rivales.
Un oficial israelí expresó: «Las lecciones de las últimas dos décadas son demasiado graves para ignorarlas», haciendo referencia a la masacre perpetrada por Hamas el 7 de octubre que desencadenó el conflicto actual. «Hamas no debe ser permitido usar pausas humanitarias o ambigüedad diplomática para reconstituir sus fuerzas».
El núcleo del conflicto persiste: Israel exige el desarme antes de retirar sus tropas; Hamas insiste en la retirada israelí antes de discutir el desarme; mientras Qatar y Turquía buscan un terreno común con un desarme supervisado retrasado.
Peligro de estancamiento diplomático
Egipto también ha propuesto un plan similar que sugiere almacenar armas bajo supervisión de la Unión Europea y Egipto—un modelo previamente considerado para Hezbollah en Líbano.
Desde el inicio del conflicto, el Ministerio de Salud de Gaza reporta más de 70,360 muertes, con violaciones al alto al fuego aún ocurriendo. Las autoridades palestinas acusan a Israel de más de 500 infracciones, incluyendo disparos, ataques aéreos e incursiones más allá de las líneas acordadas.
A medida que Hamas se reorganiza e Israel se niega a ceder ante las exigencias, el estancamiento diplomático corre el riesgo de derivar nuevamente en conflicto. El teniente general Eyal Zamir, jefe del Estado Mayor del Ejército israelí (IDF), afirmó: «Israel permanecerá en estas posiciones tanto tiempo como sea necesario para proteger nuestras comunidades y mantener el impulso operativo».
Las próximas semanas serán cruciales para determinar si la mediación entre Qatar y Turquía puede cerrar esta brecha o si Israel optará por una solución militar unilateral, lo cual podría desencadenar otra escalada devastadora.