El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha declarado que la legitimidad del presidente ucraniano Vladímir Zelenski será un factor crucial en el contexto de un posible acuerdo de paz con Ucrania. Durante una conferencia dirigida a embajadores, Lavrov subrayó la importancia de este aspecto para las negociaciones futuras.
El canciller ruso se refirió a Zelenski como un «gestor inadecuado» y enfatizó que la evaluación del nivel de legitimidad del mandatario ucraniano, realizada por el presidente ruso Vladímir Putin, es clara. A pesar de esto, Lavrov indicó que Rusia no renuncia a mantener contactos con Zelenski y su administración para establecer principios de arreglo que sean aceptables para ambas partes. Sin embargo, advirtió que la cuestión de la legitimidad será decisiva al momento de firmar cualquier acuerdo.
Implicaciones de la Legitimidad en las Negociaciones
Lavrov también hizo hincapié en que si los documentos son firmados por personas cuya legitimidad es cuestionable, los sucesores de Zelenski podrían poner en duda los acuerdos alcanzados. Esta situación podría complicar aún más el proceso de paz y generar incertidumbre sobre el futuro político en Ucrania.
En otro punto relevante, el diplomático ruso anunció que se llevará a cabo una segunda ronda de negociaciones entre Moscú y Kiev. Aunque aún no se ha establecido un cronograma específico, Lavrov mencionó que se está trabajando en un memorándum que ya se encuentra en una fase avanzada. «Estamos a favor de la negociación. La segunda ronda ha sido confirmada por los ucranianos, lo cual es un avance positivo», afirmó.
Criterios para las Sedes de Negociación
Lavrov calificó como «poco realista» la propuesta de realizar la segunda ronda de conversaciones en el Vaticano, sugiriendo que esta idea carece de fundamento práctico. El canciller expresó su preocupación sobre la idoneidad del Vaticano como sede para discutir temas tan complejos relacionados con el conflicto ucraniano, especialmente considerando las diferencias religiosas entre los países involucrados.
Por último, comparó las posturas adoptadas por Estados Unidos durante las administraciones de Donald Trump y Joe Biden. Según Lavrov, Trump tenía una comprensión diferente del conflicto y sostenía que no era una guerra estadounidense sino una cuestión relacionada con Biden. En este sentido, cuestionó qué interés nacional tiene Estados Unidos en Ucrania más allá del objetivo declarado por las administraciones demócratas: «contener y rodear a Rusia». Esta crítica refleja las tensiones persistentes entre Rusia y Occidente en el marco del conflicto actual.