Desde el inicio del brote de la pandemia en Wuhan, la Organización Mundial de la Salud ha seguido de cerca la evolución del virus y su incidencia. El 5 de enero de 2020, la organización emitió su primer parte sobre los brotes epidémicos e informó a la comunidad internacional, la salud pública y los medios de comunicación. El 22-23 de enero, el director general de la OMS convoca un Comité de Emergencias para evaluar los riesgos para la humanidad del Covid-19. El 28 de enero se notifican los primeros casos de transmisión del virus entre personas y se confirma que supone un riesgo para la humanidad. Por ello, el 30 de enero se convoca un nuevo Comité de Emergencias y se confirman 7.818 casos en todo el mundo, 82 de ellos en 18 países distintos a China. En total, la OMS ha celebrado 148 reuniones del Consejo Ejecutivo, ha organizado 134 ruedas de prensa y, se han mantenido desde el principio, teleconferencias integradas por científicos y profesionales de la salud.
Antony Blinken ha reiterado el apoyo de Washington D.C. a los planes de la OMS de realizar una segunda investigación sobre el posible origen del coronavirus en un laboratorio en Wuhan. Con esto se pretende entender mejor la pandemia y poder prevenir futuras pandemias. Blinken también ha sido contundente en su petición de que se aporten pruebas transparentes y que la investigación se lleve a cabo por expertos, libre de interferencias. Es preciso contar con la colaboración de la comunidad internacional para continuar “reformando y fortaleciendo”. Tanto Blinken como el secretario general de la OMS han mostrado su deseo de acabar con la pandemia cuanto antes, que se conseguirá, desde su perspectiva, con la vacunación masiva.
Sin embargo, China no ha mostrado una actitud colaborativa, puesto que ha rechazado en un primer momento que se lleve a cabo esta segunda investigación. Ha tacho esta acción de “sin sentido” y de “ir en contra de la ciencia”, ya que volver al origen no solucionará los problemas actuales y las investigaciones deberían tomar otro rumbo. La OMS pide a China que comparta los “datos brutos” de los primeros casos detectados a finales de 2019 y le pide “transparencia, apertura y cooperación”. En el país asiático se han registrado 104 mil casos y 4.800 muertes desde el inicio de la pandemia. Hay que resaltar el beneficio económico que ha obtenido China con la pandemia. Para hacernos una idea, su superávit económico en productos médicos es de 36 mil millones de dólares y se espera que su economía recupere todo el PIB y crezca un 8 % en 2021.