El estado de alarma impuesto por el gobierno de Iglesias y Sánchez supone un grave peligro para la economía de nuestro país. En España, la mayor parte del Producto Interior Bruto (PIB), concretamente un 56,2%, depende del gasto privado de familias, empresas e instituciones privadas.
La Navidad y la Semana Santa son épocas del año en los que el consumo privado se incrementa en el sector hostelero y turístico, que aglutinan el 20% del PIB. De mantenerse las restricciones exigidas por Sánchez se produciría una gran caída del PIB, hecho que se traduciría en una crisis económica para nuestro país.
El cuarto trimestre es una etapa en la que el PIB ha tenido, históricamente, un mayor crecimiento. En diciembre de 2019 se firmaron 1,74 millones de contratos, de los cuales se atribuye el 25% a la Navidad, unos 450.000 contratos según datos proporcionados por Randstad. En relación con la previsión de cara a los dos últimos meses del año, nos encontraríamos con un recorte de 150.000 contratos.
En estos momentos de incertidumbre en los que se encuentra España debido a la gestión de la pandemia, el paro ha aumentado notablemente que, según un estudio del INE, se ha disparado hasta el 16,26%. En este sentido, durante el tercer trimestre de este año el numero de desempleados subió hasta 355.000 personas.
Formaciones como Vox propusieron en su momento, y desde entonces lo han estado defendiendo, una serie de propuestas para fomentar el turismo en nuestro país sin dejar de lado las restricciones sanitarias para combatir la pandemia.
Algunas de las mas relevantes abogaban por instar y promover los mismos criterios en todo el territorio de la nación y también una serie de medidas para el aplazamiento del pago de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social.
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