Las autoridades federales de Estados Unidos han anunciado un despliegue significativo en Chicago, donde se enviarán más de 200 agentes y 100 vehículos para intensificar las detenciones de inmigrantes indocumentados. La estación naval Great Lakes servirá como base principal para esta operación.
Tom Homan, quien ocupa el cargo de "zar fronterizo", ha declarado que la misión se centrará en ciudades santuario como Chicago, responsabilizando a las políticas locales del gobernador J.B. Pritzker y del alcalde Brandon Johnson por obstaculizar la aplicación de las leyes migratorias federales.
Reacciones ante el despliegue federal
Funcionarios de Illinois, incluyendo al representante Brad Schneider y al propio Pritzker, han condenado esta acción como una violación a la soberanía estatal y una amenaza a los principios democráticos. Además, la policía de Chicago ha afirmado que no colaborará con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) sin una orden judicial.
Las políticas de santuario adoptadas por Chicago prohíben la cooperación con las fuerzas federales en materia migratoria, priorizando la confianza comunitaria y la seguridad pública sobre los controles del estatus migratorio.
Contexto de la operación
Este operativo forma parte de una estrategia más amplia impulsada por el presidente Donald Trump, que busca realizar acciones similares en otras ciudades santuario. ICE y la Patrulla Fronteriza están liderando esfuerzos para arrestar y deportar a inmigrantes indocumentados que hayan cometido delitos.
De acuerdo con dos funcionarios federales, el operativo contará con agentes de ICE y otras agencias gubernamentales. Aunque aún no se ha confirmado el número exacto de agentes ni la duración del despliegue, se espera que su impacto sea considerable en la comunidad local.
La postura del gobierno local
Homan ha evitado especificar detalles sobre el tamaño o alcance del despliegue federal, indicando que no desea revelar información que podría ser utilizada por aquellos a quienes buscan detener. Afirmó: "No vamos a decir cuántos recursos enviaremos a la ciudad".
A pesar de las críticas recibidas, Homan sostiene que es necesario abordar los problemas de seguridad pública en ciudades que rechazan colaborar con ICE. "Vamos a enfrentar esos problemas", declaró, refiriéndose a las ciudades donde se liberan amenazas a la seguridad pública.
La respuesta del liderazgo local
Chicago, como ciudad santuario autodeclarada, ha mantenido una postura firme contra las operaciones federales. Los líderes locales han reiterado su compromiso de no participar en redadas migratorias ni verificaciones de estatus migratorio.
Pritzker ha criticado fuertemente al presidente Trump por insinuar un aumento en la presencia federal en Chicago, acusándolo de intentar socavar la democracia y militarizar las ciudades. Sin embargo, Trump ha dejado claro que su objetivo es restaurar la seguridad en las calles y está dispuesto a llevar a cabo operaciones similares en otros lugares considerados como santuarios.
Los agentes federales se preparan para incrementar su presencia en Chicago, lo cual marca un nuevo capítulo en el debate sobre inmigración en Estados Unidos.