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Estudio revela que una dieta saludable puede revertir el daño hepático por alcohol
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Estudio revela que una dieta saludable puede revertir el daño hepático por alcohol

martes 02 de septiembre de 2025, 21:57h

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Un nuevo estudio revela que el daño hepático causado por el consumo excesivo de alcohol puede ser reversible. Investigadores que siguieron a 60,000 adultos encontraron que los bebedores empedernidos que adoptaron una dieta rica en nutrientes y realizaron ejercicio regular redujeron su riesgo de muerte por enfermedades hepáticas hasta en un 86%. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y grasas saludables, demostró ser especialmente beneficiosa. Este hallazgo desafía la creencia de que el daño hepático es inevitable y sugiere que cambios en el estilo de vida pueden ofrecer una segunda oportunidad a quienes luchan con el alcohol. Los expertos en salud pública abogan por un enfoque más positivo en la asesoría médica, enfatizando la importancia de construir hábitos saludables junto con advertencias sobre el consumo de alcohol. Para más detalles, visita el enlace.

Un nuevo estudio ofrece esperanza sobre el daño hepático por consumo excesivo de alcohol

Durante décadas, la narrativa en torno al consumo de alcohol y el daño hepático ha sido desalentadora: consumir en exceso implica un alto costo para el hígado. Sin embargo, una nueva investigación que ha seguido a 60,000 adultos a lo largo de los años ha revelado hallazgos sorprendentes. Aquellos que consumen grandes cantidades de alcohol y adoptan una dieta rica en nutrientes, junto con actividad física regular, no solo logran reducir su riesgo de muerte hepática, sino que lo disminuyen hasta en un 86%. Incluso los bebedores ocasionales, quienes ingieren grandes cantidades de alcohol en cortos periodos, vieron cómo su riesgo de daño hepático fatal se redujo casi un 85% al mejorar su alimentación. La actividad física por sí sola redujo su riesgo en un 69%. Este mensaje es claro: el hígado, ese órgano resiliente y regenerativo, no está destinado a la destrucción. Está pidiendo ayuda y esa ayuda podría estar más cerca de lo que pensamos. Un estudio innovador publicado en el Journal of Hepatology sugiere que existe esperanza.

Puntos clave:

  • Un estudio importante revela que la dieta y el ejercicio reducen drásticamente el riesgo de muerte por enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol, incluso para bebedores excesivos y ocasionales.
  • Los bebedores habituales que adoptaron estilos de vida saludables vieron disminuir su riesgo de muerte hepática en un 86%, mientras que los bebedores ocasionales redujeron su riesgo en un 84% mediante una buena alimentación y en un 69% gracias al ejercicio.
  • La dieta mediterránea—rica en verduras, frutas, granos enteros, mariscos y grasas saludables—se destacó como un potente factor protector, junto con la actividad física moderada semanal (aproximadamente 150 minutos).
  • Las mujeres son más vulnerables al daño hepático relacionado con el alcohol pero también obtienen mayor protección a través de cambios en su estilo de vida.
  • El estudio desafía la idea de que el daño hepático es inevitable para los bebedores, mostrando que la capacidad del cuerpo para resistir es mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente.
  • Expertos en salud pública afirman que estos hallazgos deberían cambiar la forma en que los médicos asesoran a sus pacientes, enfatizando el estilo de vida como una herramienta crítica además de las advertencias sobre el alcohol.

La carga del hígado: una crisis evidente

Las cifras son alarmantes. En Estados Unidos, el alcohol causa anualmente 178,000 muertes, muchas a causa de enfermedades hepáticas. En el Reino Unido, casi 10,000 personas fallecieron por causas específicas relacionadas con el alcohol solo en 2022, siendo la insuficiencia hepática la principal causa. La pandemia no solo expuso la fragilidad de los sistemas sanitarios; también evidenció la epidemia silenciosa del daño causado por el alcohol, con muertes aumentando debido al aislamiento, ansiedad y desesperación económica. Los adultos de mediana edad en áreas desfavorecidas—donde los alimentos procesados son más baratos que los frescos y las membresías a gimnasios son un lujo—son quienes más sufren esta situación. No obstante, aquí está el giro: el hígado no tiene por qué ser una víctima pasiva. Es un órgano diseñado para regenerarse y sanar si se le proporcionan las herramientas adecuadas.

El Dr. Naga Chalasani, especialista en hígado y líder del estudio, expresa claramente: “Hemos estado diciendo a las personas durante años que el alcohol es enemigo y lo es. Pero hemos pasado por alto la mitad de la historia. El hígado no existe en un vacío; es parte de un sistema que puede fortalecerse.” Su equipo vinculó datos del National Health and Nutrition Examination Survey con registros nacionales de defunciones para rastrear cómo la dieta y el ejercicio influencian la mortalidad hepática según diferentes patrones de consumo. Lo encontrado fue no solo alentador sino revolucionario: incluso entre aquellos con niveles peligrosos de consumo alcohólico, la capacidad del cuerpo para contrarrestar daños era mucho más fuerte de lo que cualquiera había imaginado.

Dieta "salvadora" para el hígado

¿Cómo se ve exactamente una dieta “salvadora” para el hígado? El estudio señala hacia la dieta mediterránea como una forma alimentaria menos centrada en restricciones y más enfocada en abundancia—de color, sabor y vitalidad. Imagina hojas verdes bañadas en aceite de oliva, pescados grasos ricos en omega-3s, nueces y semillas llenas de antioxidantes, así como frutas repletas de polifenoles. Estos alimentos no son solo comida; son medicina. Toma como ejemplo la raíz de regaliz. Su compuesto activo,glycyrrhizin, ha demostrado reducir la inflamación hepática y acelerar la sanación del hígado dañado por alcohol. También está el cardo mariano cuya silymarina ayuda a regenerar células hepáticas. Estas ideas no son marginales; forman parte de un creciente cuerpo de evidencia que muestra que los alimentos no son solo combustible—son una farmacia.

El movimiento como medicina: ¿Por qué es aliado del hígado?

Si la dieta es el escudo del hígado, entonces el ejercicio actúa como su espada. El estudio encontró que realizar 150 minutos semanales de actividad moderada—como caminar rápido o nadar—era suficiente para reducir el riesgo de muerte hepática en un 36% entre bebedores excesivos y un 69% entre bebedores ocasionales. ¿Cómo ocurre esto? El ejercicio no solo quema calorías; reprograma al cuerpo a nivel celular. Reduce la acumulación grasa en el hígado—a menudo responsable del daño relacionado con el alcohol—y mejora la circulación ayudando al órgano a eliminar toxinas. Quizás lo más crítico es que disminuye inflamaciones—aquella chispa silenciosa capaz de convertir estrés hepático en destrucción.

Para las mujeres las implicaciones son aún mayores. Biológicamente procesan el alcohol diferente: absorben más cantidad y tardan más tiempo en metabolizarlo lo cual las hace más vulnerables al daño hepático. Sin embargo, este estudio reveló una buena noticia: ellas también obtienen mayor protección mediante cambios saludables en su estilo de vida. Una mujer que consume grandes cantidades pero sigue una dieta mediterránea y realiza ejercicio regularmente podría casi neutralizar su riesgo adicional. Esto no son meras estadísticas; representa una segunda oportunidad.

Nueva conversación: De culpa a empoderamiento

No obstante lo más inquietante sobre esta investigación no radica únicamente en los datos científicos; también se encuentra presente la desigualdad social. El estudio confirmó temores antiguos entre trabajadores sanitarios: aquellos ubicados en zonas económicamente desfavorecidas mueren a tasas más altas no solo porque consumen más sino porque acceder a alimentos saludables o espacios seguros para ejercitarse es algo fuera de su alcance económico. En un mundo donde una comida rápida resulta más económica que una ensalada o donde faltan parques o aceras seguras para caminar; todo parece estar dispuesto contra ellos. Chalasani sostiene que esto debería ser un llamado urgente para los responsables políticos: “No podemos simplemente decirle a las personas que beban menos,” afirma él; “debemos brindarles herramientas para vivir mejor.”

A medida que avanzamos hacia nuevas formas de abordar este problema tradicionalmente visto desde advertencias severas sobre dejar atrás hábitos dañinos; este estudio presenta otra perspectiva: sí hay riesgos asociados al consumo excesivo pero también hay alternativas viables hacia estilos saludables sin necesidad absoluta del sacrificio total del placer social asociado al beber.
Lo importante no es buscar perfección sino progreso—aumentar pequeñas acciones cotidianas como caminar después del trabajo o incorporar vegetales adicionales a nuestra alimentación diaria pueden marcar diferencias significativas.
Los expertos ya están solicitando cambios respecto cómo médicos abordan estas conversaciones con pacientes; sugiriendo enfocarse menos solamente “en reducir” e insistir “en construir”—construir platos nutritivos llenos alimentos curativos e incorporar actividades físicas protectoras dentro nuestras rutinas diarias.

Agradecimientos:

La noticia en cifras

Descripción Cifra
Reducción del riesgo de muerte por enfermedad hepática en bebedores pesados que adoptaron un estilo de vida saludable 86%
Reducción del riesgo para bebedores ocasionales al seguir una dieta saludable 84%
Reducción del riesgo para bebedores ocasionales a través del ejercicio 69%
Reducción del riesgo de muerte por enfermedad hepática en bebedores pesados a través del ejercicio 36%
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