Las tensiones entre Estados Unidos e Irán han alcanzado un nuevo nivel tras la reciente autorización de ataques militares por parte del presidente Donald Trump, dirigidos a tres instalaciones nucleares iraníes. Esta serie de bombardeos ha suscitado temores sobre una posible escalada en el conflicto regional. En un giro notable, Trump ha insinuado la posibilidad de un cambio de régimen en Teherán, lo que marca una desviación significativa de sus declaraciones anteriores.
El representante republicano Thomas Massie ha criticado abiertamente la campaña de bombardeos no autorizada, calificándola como inconstitucional y afirmando que "no es nuestra guerra". Por su parte, el vicepresidente JD Vance ha declarado que los ataques han retrasado considerablemente las ambiciones nucleares de Irán, mientras que el régimen persa ha prometido retaliar y advertido sobre "consecuencias duraderas". Este escenario reabre el debate sobre los fracasos del acuerdo nuclear de la era Obama y la decisión de Trump de abandonar las normas diplomáticas para "proteger la seguridad nacional".
Detalles de los ataques y cambios en la retórica
El Pentágono confirmó que los ataques del 21 de junio estaban dirigidos a la infraestructura nuclear iraní, utilizando seis bombarderos B-2 que lanzaron bombas penetrantes de 30,000 libras. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, describió estas acciones como una "victoria psicológica", aunque existe escepticismo respecto a su efectividad real. Irán sostiene que los daños fueron mínimos y que su programa de enriquecimiento continúa operando.
La transformación en la postura de Trump se hizo evidente en un mensaje viral publicado en Truth Social: “Si el actual régimen iraní no puede HACER IRÁN GRANDE OTRA VEZ, ¿por qué no habría un cambio de régimen?”. Este comentario contrasta con las negaciones previas del gobierno sobre buscar un cambio en el liderazgo iraní, lo que genera preocupación acerca de la claridad en las políticas adoptadas. La Casa Blanca se encuentra ahora en una posición delicada, instando a Teherán a negociar o enfrentar consecuencias sin reconocer que para Irán estos ataques son considerados existenciales.
Dissentimiento interno: La voz del representante Massie
En medio del aumento de hostilidades, el congresista Massie se ha destacado como uno de los pocos críticos dentro del Partido Republicano hacia las decisiones unilaterales del presidente. En una aparición en “Face the Nation”, Massie acusó a la administración de estar al servicio de Netanyahu y promoviendo "la guerra de Israel" bajo el pretexto del "America First". Su propuesta para limitar futuras acciones militares mediante una Resolución sobre Poderes de Guerra ha encontrado resistencia entre los partidarios leales a Trump.
La respuesta del presidente a Massie como “no MAGA” resalta las divisiones crecientes dentro de su base. Mientras muchos simpatizantes celebran la demostración militar estadounidense, otros ven hipocresía en un líder que se opuso a las guerras interminables durante su campaña pero ahora adopta tácticas neoconservadoras. Los críticos advierten sobre paralelismos con la invasión iraquí durante la era Bush y alertan sobre el riesgo de caer en una guerra indefinida que podría desestabilizar tanto la economía global como la credibilidad diplomática estadounidense.
El acuerdo nuclear y el camino hacia el conflicto
El acuerdo nuclear firmado por la administración Obama en 2015 representa un punto crítico en esta narrativa. A cambio de suspender sanciones económicas, Irán aceptó limitar su enriquecimiento de uranio; sin embargo, críticos sostienen que las concesiones estadounidenses fueron desiguales. Se argumenta que este pacto incluyó transferencias significativas al régimen iraní y socavó operaciones contra redes criminales vinculadas a Hezbollah.
A medida que avanza 2025, Irán ha reanudado el enriquecimiento por encima de los niveles establecidos por el acuerdo original. Las acciones recientes del presidente Trump parecen alinearse con su promesa electoral de desmantelar el programa nuclear iraní si fallaban las negociaciones diplomáticas, contrastando con el enfoque más conciliador adoptado por Obama. Historiadores advierten que evitar la diplomacia multilateral podría alienar aliados estadounidenses y endurecer aún más la posición iraní.
Dilemas para Irán: Retaliación o negociación
La respuesta del ministerio de Relaciones Exteriores iraní ante estos ataques ha sido prometer "defensa propia", considerando las acciones estadounidenses como violaciones al derecho internacional. Sus aliados en Yemen y Líbano han insinuado posibles represalias contra activos estadounidenses. Cerrar el estrecho de Ormuz, vital para el transporte petrolero mundial, sigue siendo una opción arriesgada para Teherán.
Los expertos regionales temen que cualquier represalia militar pueda desencadenar una espiral incontrolable. “Si no respondemos, Estados Unidos atacará nuevamente”, advirtió Reza Salehi, analista conservador. Sin embargo, incluso una respuesta podría empoderar a facciones más radicales dentro del liderazgo iraní y acallar voces moderadas antes de que tengan oportunidad de manifestarse. Mientras tanto, funcionarios estadounidenses insisten en que aún hay espacio para la diplomacia; no obstante, el discurso centrado en “Hacer Irán Grande Otra Vez” refleja una profunda desconfianza hacia las intenciones washingtonianas.
Un nuevo capítulo: Escalamiento o reajuste estratégico
A medida que los bombarderos B-2 regresan a Missouri, los riesgos son más altos que nunca. La inclinación hacia un cambio de régimen por parte de Trump representa un claro alejamiento del enfoque cauteloso adoptado por Obama; sin embargo, esto también podría conducir a Estados Unidos hacia un costoso pantano bélico en Oriente Medio. Los escépticos citan el peligro inherente a repetir lecciones aprendidas tras Irak, mientras sus partidarios argumentan que solo un liderazgo audaz puede poner fin a las ambiciones nucleares iraníes. Con un Congreso dividido y aliados inciertos ante una respuesta impredecible por parte iraní, el mundo observa atentamente si este capítulo en las relaciones entre Estados Unidos e Irán traerá rendición cuentas al régimen hostil o si encenderá un conflicto sin un final claro.