La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha expresado en un reciente evento celebrado durante el XXVIII Foro Económico Internacional de San Petersburgo, su preocupación por la creciente marginación y acoso que enfrentan los periodistas y canales de televisión rusos por parte de Occidente. Este fenómeno se ha intensificado a medida que la audiencia internacional de RT ha ido en aumento.
Zajárova destacó que, según datos publicados en Europa, desde 2011 la audiencia del canal RT ha mostrado un crecimiento constante. Este aumento, afirmó, se ha convertido en un obstáculo para aquellos que buscan monopolizar el espacio informativo.
Expulsión silenciosa de medios rusos
El incremento en la audiencia anual de RT, que superó a medios como Deutsche Welle, France 24 y Bloomberg en países como Austria, Finlandia, Suecia y Noruega, llevó a una serie de acciones contra el canal ruso. Zajárova mencionó que RT comenzó a ser «expulsado silenciosamente» mediante la desconexión de satélites, la negación de licencias y la imposición de sanciones tanto al canal como a sus directivos y periodistas destacados. Además, se congelaron cuentas bancarias relacionadas con estos medios.
La portavoz denunció que posteriormente se pasó a una represión directa: «bloquearon los canales de televisión [rusos], equiparando a los periodistas con agentes extranjeros», lo cual trajo consigo procesos penales y un aumento en la marginación y acoso hacia estos profesionales.
Crítica a la prensa occidental
Zajárova también criticó el discurso occidental sobre libertad de expresión y democracia. Según ella, los medios de comunicación en Europa occidental se han fusionado con estructuras administrativas y propagandísticas, imponiendo una visión política estrecha que resulta destructiva tanto políticamente como moralmente.
En este contexto, afirmó que los medios occidentales están «radicalizados e ideologizados», mientras que los medios de los países BRICS intentan mantener un enfoque basado en la objetividad y el respeto por las particularidades nacionales. Esta diferencia resalta las tensiones actuales entre las narrativas mediáticas globales.