Se abrió una investigación judicial por los acontecimientos del 8M, la juez designó a un equipo de Policía Judicial de la Comandancia de Madrid, que dirige el Coronel, con órdenes estrictas, entre ellas la más absoluta confidencialidad y objetividad. Al Coronel Pérez de los Cobos le han cesado por cumplir las órdenes de la Juez. Digan lo que digan. Es más, en un alarde de despotismo, así se ha trasmitido en el entorno del Cuerpo. Quizás quiere alguien que sirva de “aviso a navegantes”. Le han cesado porque no quieren a un profesional independiente. Ya tenemos antecedentes en una situación similar, y con otro coronel.
El Art. 15 del RD769/97 de Policía Judicial dice claramente: “Los funcionarios integrantes de las Unidades Orgánicas de Policía Judicial deberán guardar rigurosa reserva sobre la evolución y resultado de las concretas investigaciones que les hubieren sido encomendadas, así como de todas las informaciones que, a través de ellas obtengan. La infracción de dicho deber será corregida disciplinariamente, sin perjuicio de otras responsabilidades, a que la misma pudiere dar lugar”. El Coronel Pérez de los Cobos ha sido cesado por cumplir la Ley porque él también forma parte de la cadena de mando. El poder político frente al poder judicial.
Digan lo que digan, el cese no tiene nada que ver con la seguridad del domicilio del Vicepresidente del Gobierno. Nada. O que lo demuestren.
Al Ministro sólo le decimos que NO TODO VALE EN LA VIDA.
A la Directora que pasará a la historia, pero por razones bien distintas a las deseadas.
A los máximos responsables del Cuerpo con capacidad de interlocución con los responsables políticos, solo decirles lo que un subordinado exige a su jefe, lealtad, al precio que sea, y esa lealtad exige la defensa del subordinado cuando no haya hecho más que cumplir con sus obligaciones. Los barcos antes que la honra.
Desde la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) defendemos al Coronel Pérez de los Cobos, como lo seguiremos haciendo con todos los guardias civiles que sean tratados de un modo injusto y partidista.