Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), no logró convertirse en el próximo canciller de Alemania tras una votación crucial en el Bundestag, un evento que marca un hito sin precedentes en la historia reciente del país. A pesar de contar con el respaldo de una coalición junto al Partido Socialdemócrata (SPD), que tiene una mayoría parlamentaria de 12 escaños, Merz obtuvo únicamente 310 votos, seis menos de los 316 requeridos para alcanzar la mayoría absoluta en la cámara baja compuesta por 630 escaños.
Este revés ha generado confusión política y ha tenido un fuerte impacto en la credibilidad de la alianza entre centroderecha y socialdemócratas, firmada solo un día antes de la votación. Nueve diputados estuvieron ausentes, tres se abstuvieron y un voto fue declarado inválido. Se estima que al menos 18 miembros de la coalición no respaldaron a Merz; sin embargo, debido a que se trató de una votación secreta, no se ha podido identificar a los disidentes.
Un hecho histórico y sus repercusiones
El fracaso de Merz representa la primera ocasión desde 1949 en que un candidato a la cancillería no logra obtener la mayoría en su primer intento, lo que constituye una gran humillación tanto personal como política para él. Esta situación plantea serias dudas sobre la estabilidad de la nueva alianza y pone en riesgo los planes gubernamentales destinados a revitalizar una economía alemana que ha enfrentado dos años de recesión, así como a abordar desafíos internacionales como el distanciamiento sutil de Estados Unidos respecto a la OTAN y las tensiones comerciales derivadas de aranceles impuestos por China.
La presidenta del Bundestag, Julia Klöckner, anunció que se realizará un nuevo intento de votación dentro de los próximos 14 días, conforme a lo estipulado por la Constitución alemana. Si ningún candidato alcanza la mayoría absoluta durante este período, el Bundestag podrá elegir un canciller mediante mayoría simple. Este segundo intento podría llevarse a cabo el miércoles o viernes de esta semana.
Tensiones internas y reacciones externas
El revés electoral no solo simboliza una derrota para Merz, quien había prometido restaurar el liderazgo alemán y mejorar su economía, sino que también fortalece a partidos opositores como Alternativa para Alemania (AfD). Este partido, que obtuvo el segundo lugar en las elecciones recientes con el 20.8% de los votos, ha aprovechado el fracaso para exigir nuevas elecciones y cuestionar la legitimidad del gobierno entrante. Alice Weidel, líder del AfD, criticó abiertamente el pacto entre CDU y SPD al considerar que no refleja adecuadamente la voluntad popular.
Desde dentro de la coalición también comienzan a surgir tensiones. Algunos miembros del SPD han expresado su descontento con el acuerdo alcanzado y las concesiones realizadas, incluyendo nombramientos ministeriales y cambios en políticas fiscales. El giro hacia un mayor endeudamiento por parte de Merz contrasta con su discurso electoral centrado en la disciplina presupuestaria y ha generado divisiones dentro de su propio partido.
Perspectivas futuras
A pesar de estos desafíos internos, algunos miembros destacados de la CDU han manifestado su confianza en que Merz intentará nuevamente postularse. Sin embargo, analistas advierten que este incidente ha dañado significativamente la cohesión dentro de la coalición y puede comprometer su capacidad para gobernar eficazmente en el futuro.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
310 |
Votos obtenidos por Merz |
316 |
Votos necesarios para la mayoría absoluta |
630 |
Número total de escaños en el Bundestag |
9 |
Número de diputados ausentes |
3 |
Número de abstenciones |
1 |
Número de votos inválidos |