La decisión marcará una nueva etapa en la diplomacia climática global, en la que Estados Unidos debe compensar su papel histórico como contaminador climático y los últimos cuatro años de expansión de combustibles fósiles y ruptura de confianza bajo el mandato de Trump.
De hecho, Biden ya ha revocado los permisos federales para el oleoducto Keystone XL e inició el camino para deshacer los casi 100 grandes retrocesos ambientales de la Administración Trump.
La directora de la campaña de Clima de Greenpeace USA, Janet Redman, ha señalado que:
“Reincorporarse al acuerdo climático de París es una medida elemental y es una buena noticia que Biden tome esta decisión el primer día en el cargo. Pero, si el reto es que se alcancen emisiones netas cero para 2050 en todo el mundo, Estados Unidos tiene la responsabilidad de profundizar y avanzar mucho más.Reincorporarse al Acuerdo de París no puede ser la meta para la Administración Biden, sino solo el principio de la carrera en la lucha climática. Ahora hay que trabajar muy en serio para brindar justicia climática: revocar los permisos federales para el oleoducto Keystone XL es un gran comienzo. Esperamos que Biden vaya más allá y haga todo lo que esté a su alcance para detener otros oleoductos como el de Dakota o el Line 3, y asegurar una transición justa para las personas hacia una economía basada en la energía renovable. Para las comunidades que están sufriendo en primera línea la crisis climática y la pandemia de la COVID-19, no es suficiente con deshacer el daño hecho por Trump: es imprescindible que la reconstrucción deje fuera a los combustibles fósiles”.
“Eliminar gradualmente los combustibles fósiles e iniciar una transición justa a un sistema 100% renovable es nuestra mejor oportunidad para evitar el caos climático y ampliar las oportunidades económicas en el proceso. Al poner fin a la extracción de petróleo, gas y carbón, Joe Biden puede evitar que corporaciones como Exxon, Shell, Chevron y BP pongan por delante sus beneficios frente a las comunidades. La combinación de políticas para controlar la industria de los combustibles fósiles e inversiones para crear empleo y diversificar la economía será la mejor garantía de que todas las personas puedan tener la oportunidad de prosperar. La aprobación de un paquete de recuperación económica, al estilo del Green New Deal, crearía casi 16 millones de nuevos puestos de trabajo y los mantendría durante la próxima década [2]. La Administración Biden tiene la oportunidad de garantizar que millones de personas más tengan acceso a beneficios sindicales, a atención médica y a puestos de trabajo que restauran nuestro clima en lugar de destruirlo”.
Con su compromiso con el Acuerdo de París y la paralización de un oleoducto, Biden debe continuar cumpliendo su promesa de priorizar la justicia climática, racial y económica.
La campaña Build Back Fossil Free identifica 25 acciones ejecutivas específicas que Biden puede llevar a cabo desde su primer día en el cargo para abordar la crisis climática, poner fin a los combustibles fósiles y mejorar el bienestar de millones de personas.
Juntas, estas acciones supondrán:
- Proteger e invertir en las comunidades negras, indígenas, latinas y de clase trabajadora que han sufrido la peor parte de la contaminación por combustibles fósiles y los desastres climáticos.
- Rechazar nuevos proyectos de combustibles fósiles, eliminar los regalos al gas, petróleo y carbón y acabar la era de la producción de combustibles fósiles.
- Comenzar una movilización climática nacional para reconstruir sin fósiles, generar empleos, justicia y oportunidades para todas las personas.
Greenpeace insta a Joe Biden a utilizar todas las herramientas a su disposición, incluidas las acciones ejecutivas y la aprobación de nuevas leyes, para evitar una mayor devastación climática al tiempo que ayuda a las personas a recuperarse de la pandemia.