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China y Brasil inician colaboración espacial a pesar de advertencias de EE. UU
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China y Brasil inician colaboración espacial a pesar de advertencias de EE. UU

viernes 12 de diciembre de 2025, 15:30h

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China y Brasil han iniciado la construcción de un laboratorio conjunto de tecnologías espaciales, desafiando la presión diplomática de Estados Unidos. Este proyecto se centra en el ambicioso telescopio BINGO, que se completará en Brasil para 2026 y tiene capacidades duales para rastrear objetos espaciales, lo que ha generado preocupaciones sobre su uso potencial en vigilancia militar. A pesar de las advertencias estadounidenses sobre los riesgos de seguridad, esta colaboración marca un cambio significativo en las alianzas espaciales globales y refleja el creciente interés de China en fortalecer sus lazos con naciones latinoamericanas. La iniciativa no solo busca avances científicos, sino también influir geopolíticamente en una región clave para Estados Unidos.

China y Brasil establecen colaboración espacial a pesar de la presión estadounidense

En un movimiento audaz que desafía la presión diplomática de Estados Unidos, China y Brasil han iniciado la construcción de un laboratorio conjunto para tecnologías espaciales. Este proyecto, impulsado por CETC, una empresa estatal china especializada en electrónica de defensa, representa un fortalecimiento de los vínculos científicos entre Beijing y uno de los principales países de América Latina. El enfoque principal de esta colaboración es el ambicioso proyecto del telescopio BINGO, que se espera esté operativo en Brasil para 2026, evidenciando así una creciente división en las alianzas espaciales globales.

La iniciativa contrasta directamente con los esfuerzos recientes de Estados Unidos por persuadir a naciones latinoamericanas a reducir sus relaciones con China. Esta presión ha tenido efectos tangibles, como la paralización de dos proyectos de telescopios chinos en Chile y Argentina desde el regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca. Los líderes regionales, temerosos de las tarifas punitivas impuestas por EE. UU., han decidido suspender dichos proyectos.

Funcionarios estadounidenses han caracterizado estos telescopios construidos por China como herramientas potenciales de vigilancia. Argumentan que la tecnología podría ser utilizada por Beijing para aumentar su capacidad de monitoreo sobre territorio estadounidense y supervisar actividades en una región considerada crucial para la defensa nacional. Por su parte, China ha desestimado estas afirmaciones, acusando a Washington de interferencia y politicización de la cooperación científica.

Un laboratorio con fines duales

El nuevo Laboratorio Conjunto China-Brasil para Tecnología en Radioastronomía fue establecido mediante un acuerdo entre el Instituto de Investigación en Comunicaciones del CETC y dos universidades federales brasileñas. Según CETC, este laboratorio apoyará investigaciones avanzadas en observación astronómica y exploración del espacio profundo.

Este trabajo se complementa con avances concretos en el telescopio BINGO. En junio, CETC anunció que la estructura principal del instrumento había sido completada en China y enviada a Brasil. Considerado como el mayor telescopio de radio en Sudamérica, su misión científica principal es estudiar la estructura del universo y la energía oscura.

No obstante, las capacidades del proyecto van más allá del ámbito científico puro. CETC ha declarado que BINGO también podrá rastrear satélites, meteoroides y otros objetos cercanos a la Tierra para identificar amenazas potenciales. Esta funcionalidad se adentra en el ámbito del conocimiento situacional espacial, un dominio militar crítico.

Implicaciones geopolíticas

Un informe de 2022 elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa estadounidense señala que telescopios potentes pueden predecir cuándo los satélites militares estadounidenses pasan sobre ellos y ayudar a coordinar el uso de armas antisatélite. El desarrollo exitoso de tales armas por parte de China y Rusia ya ha puesto a los activos espaciales estadounidenses —vitales para sistemas de inteligencia y armamento— en una posición más vulnerable.

La asociación con Brasil encaja dentro de un patrón bien establecido. Durante más de dos décadas, Beijing ha utilizado sus capacidades espaciales en rápida mejora como herramienta diplomática para aumentar su influencia en Asia, África y América del Sur. Esto incluye la instalación de telescopios, construcción de satélites y capacitación del personal extranjero.

A pesar de las advertencias estadounidenses sobre los riesgos para la seguridad, muchas naciones están más enfocadas en los beneficios inmediatos que ofrecen las inversiones chinas y la transferencia tecnológica. La estrategia estadounidense, que recientemente ha implicado una reducción en ayuda extranjera y asociaciones para el desarrollo, ha creado una oportunidad que China está ansiosa por aprovechar.

Redefiniendo alianzas espaciales

El nuevo laboratorio conjunto no solo representa una aventura científica; también es una declaración geopolítica. Demuestra que a pesar del intenso cabildeo estadounidense, China puede asegurar asociaciones estratégicas incluso dentro del tradicional ámbito de influencia americana. A medida que se acelera la carrera por el dominio espacial, estas colaboraciones no solo se centran en explorar el cosmos, sino también en asegurar lealtades e influencias que podrían proporcionar ventajas tácticas críticas en esta nueva frontera. Las estrellas se están alineando y el mapa global de alianzas espaciales está siendo reconfigurado.

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