Informe de la ONU sobre el medio ambiente cuestionado por Estados Unidos y otros países
Un informe clave de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el estado del medio ambiente global ha sido «secuestrado» por Estados Unidos y otras naciones que se mostraron reacias a aceptar los hallazgos científicos, según lo declarado por el copresidente del informe en una entrevista con la BBC.
El Global Environment Outlook, resultado de seis años de trabajo, establece conexiones entre el cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la contaminación con el consumo insostenible en economías tanto desarrolladas como emergentes. El documento advierte sobre un «futuro sombrío» para millones de personas a menos que se realice una transición rápida lejos del carbón, el petróleo y el gas, así como de los subsidios a los combustibles fósiles.
Durante una reunión con representantes gubernamentales para acordar las conclusiones del informe, Estados Unidos y sus aliados manifestaron su incapacidad para respaldar un resumen de los resultados. A medida que los científicos se negaron a suavizar o modificar sus hallazgos, el informe fue publicado sin este resumen y sin el apoyo de los gobiernos, lo que debilitó su impacto.
Desacuerdos en la cumbre ambiental
Investigadores han señalado que las objeciones a este nuevo informe reflejan preocupaciones similares expresadas por varios países durante las recientes conversaciones en la COP30. La BBC ha solicitado comentarios a los departamentos gubernamentales estadounidenses pertinentes.
Emitido cada seis o siete años, el Global Environment Outlook es un análisis científico significativo sobre las principales amenazas al planeta. Desarrollado bajo los auspicios de la ONU, es habitual que estudios como este tengan sus conclusiones clave y recomendaciones acordadas palabra por palabra con los gobiernos y publicadas como un «resumen para responsables de políticas». Estos resúmenes son considerados cruciales porque demuestran que los gobiernos coinciden con la ciencia y están dispuestos a implementar las conclusiones.
No obstante, esta nueva versión del Global Environment Outlook carece de dicho resumen, ya que autores y representantes políticos de alrededor de 70 países no lograron llegar a un acuerdo en una reunión «tempestuosa» celebrada en Nairobi en octubre. Compilado por casi 300 científicos a nivel mundial, el informe sostiene que la alimentación, la vestimenta y la energía consumida implican la extracción de recursos de manera altamente insostenible.
Recomendaciones urgentes ante crisis ambiental
Para abordar los problemas interconectados del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, el informe presenta numerosas recomendaciones, incluida una transición rápida lejos del carbón, el petróleo y el gas, así como una reducción significativa en los subsidios destinados a la agricultura y combustibles fósiles. Los autores reconocen que este tipo de acciones incrementará los precios para los consumidores; sin embargo, sostienen que ese dolor a corto plazo traerá beneficios económicos a largo plazo para todo el mundo.
Las medidas contundentes propuestas, especialmente en relación con los combustibles fósiles y plásticos, resultaron inaceptables para Estados Unidos, Arabia Saudita y Rusia durante la reunión de aprobación, donde generalmente se trabaja por consenso.
«Un pequeño número de países básicamente secuestró el proceso», afirmó Prof. Sir Robert Watson en declaraciones a BBC News. Según él, Estados Unidos decidió no asistir a la reunión e hizo una declaración final indicando su desacuerdo con gran parte del contenido del informe relacionado con cambio climático, biodiversidad y subsidios.
Implicaciones futuras para negociaciones climáticas
A pesar de ser uno de los científicos más respetados globalmente —anterior jefe científico del departamento medioambiental del Reino Unido— Watson ha tenido desacuerdos previos con Estados Unidos respecto al tratado climático anterior conocido como Protocolo de Kioto. Su destitución en 2002 fue resultado del cabildeo por parte de la administración del presidente George W. Bush.
Otros participantes en la reunión también coincidieron en que las acciones tomadas por EE.UU. y otros países «descarrilaron» el proceso. Desde su llegada al poder, el presidente Trump ha buscado aumentar la producción de combustibles fósiles mientras retrocede compromisos estadounidenses para combatir el cambio climático.
Este desacuerdo sobre el informe Global Environment Outlook genera inquietudes sobre futuras negociaciones relacionadas con informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), ya que estos estudios son considerados fundamentales para limitar el calentamiento global.