En la actualidad, menos del 7% de los adultos en Estados Unidos gozan de una salud cardiometabólica óptima. Este preocupante dato está vinculado al alto consumo de alimentos ultraprocesados, que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. La capacidad del organismo para alternar entre la quema de carbohidratos y grasas se considera esencial para mantener un estado metabólico saludable. Además, existen notables disparidades en la salud que dependen de factores como la raza, la etnicidad y el nivel educativo. Realizar cambios en el estilo de vida desde etapas tempranas puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades metabólicas.
La alarmante realidad de la salud metabólica
Imaginar despertar renovado, con niveles de energía estables durante todo el día y una mente clara es lo que representa tener una buena salud metabólica. Sin embargo, para muchos estadounidenses, esto se ha convertido en un sueño lejano. Según un estudio reciente de la Universidad Tufts, menos del 7% de los adultos en EE.UU. presentan una salud cardiometabólica adecuada. Esta alarmante estadística pone de manifiesto una epidemia silenciosa de disfunción metabólica, que afecta al 93% de la población y contribuye al aumento de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
El Dr. Adonis Saremi, médico especializado en medicina contra la obesidad, subraya la urgencia: «Cuanto antes actúes, mayor será la probabilidad de vivir más tiempo y con mejor salud». Esta afirmación resalta la importancia de tomar medidas proactivas en relación con nuestra salud.
Desafíos del estilo de vida moderno
Urban Kiernan, doctor en química bioanalítica, señala las dificultades para definir lo que constituye una salud metabólica "normal" en un contexto donde el estándar se ve alterado por disfunciones generalizadas. «Cuando la mayoría está enferma, es complicado establecer una línea base verdadera», explica. El estilo de vida contemporáneo, caracterizado por el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, hábitos sedentarios y estrés crónico, crea un entorno propicio para el desequilibrio metabólico.
La dietista registrada Karen Hawkins añade: «Es muy difícil mantenerse físicamente activo debido a nuestro estilo de vida actual. Nos desplazamos en vehículos y caminamos muy poco». Esta realidad plantea serios retos para lograr una salud óptima.
Conceptos clave sobre la salud metabólica
La salud metabólica no se limita únicamente al peso corporal. El Dr. Saremi aclara: «No es necesario lucir poco saludable para estarlo realmente». Entre los biomarcadores esenciales para evaluar esta condición se encuentran los niveles de azúcar en sangre en ayunas, presión arterial, perfil lipídico y circunferencia abdominal. La masa muscular magra también juega un papel crucial a menudo pasado por alto.
Una persona con buena salud metabólica puede gestionar su peso adecuadamente, mantener niveles estables de azúcar en sangre y utilizar energía eficientemente. La flexibilidad metabólica, es decir, la capacidad del organismo para alternar entre quemar carbohidratos y grasas, es fundamental para evitar picos prolongados en los niveles de azúcar tras comidas ricas en carbohidratos.
Efectos perjudiciales de los alimentos ultraprocesados
Un estudio poblacional publicado en JAMA Internal Medicine reveló que existe un incremento del 5% en el riesgo de diabetes tipo 2 por cada 100 gramos adicionales consumidos diariamente de alimentos ultraprocesados. Hawkins enfatiza la importancia de optar por alimentos enteros y no procesados: «Si consumes carbohidratos, es fundamental hacerlo responsablemente. Los carbohidratos complejos y ricos en fibra como las verduras y frutas se digieren lentamente, ayudando a estabilizar los niveles de azúcar».
Caminos hacia el equilibrio metabólico
Alcanzar una salud metabólica requiere decisiones deliberadas sobre dieta, ejercicio y estilo de vida. El Dr. Saremi aconseja: «Construye tus comidas alrededor de alimentos enteros y no procesados. También es importante cronometrar tus carbohidratos; consumir comidas ricas en carbohidratos alrededor del ejercicio puede mejorar el manejo del glucosa». Por su parte, Hawkins sugiere preparar las comidas con antelación para facilitar hábitos alimenticios saludables: «No tiene que ser complicado; cocina salmón al vapor o asa verduras —cualquier cosa que puedas porcionar para la semana ayuda».
La actividad física regular es indispensable. El Dr. Saremi destaca la relevancia del NEAT (termogénesis inducida por actividad no relacionada con el ejercicio), que incluye movimientos cotidianos como caminar o subir escaleras: «Pequeños cambios como estacionar más lejos o usar las escaleras suman».
Diferencias significativas en salud
El estudio realizado por Tufts también reveló disparidades importantes en cuanto a la salud. Los adultos con menor nivel educativo tienen solo la mitad de probabilidades de alcanzar una salud cardiometabólica óptima comparado con aquellos con mayor educación. Los mexicanos americanos presentan solo un tercio del nivel óptimo respecto a los adultos blancos no hispanos. El Dr. Dariush Mozaffarian, decano de la Escuela Friedman, enfatiza la necesidad urgente de abordar estas desigualdades: «Los determinantes sociales de la salud como seguridad alimentaria y nutricional, contexto social y comunitario, estabilidad económica y racismo estructural aumentan el riesgo individual ante problemas sanitarios».
Llamado a la acción
La salud metabólica no es un estado fijo sino un espectro dinámico. Con las herramientas adecuadas, las personas pueden avanzar hacia una mejora significativa. El Dr. Saremi concluye: «La salud abarca mucho más que números o métricas específicas; hay que considerar toda la imagen —tu estilo de vida, trabajo, nivel actividad física, dieta, relaciones personales y calidad del sueño».
Como sugiere Hawkins, integrar medicina basada en estilos de vida y culinaria resulta clave para gestionar la salud metabólica y prevenir enfermedades crónicas. La intervención temprana junto con cambios sostenibles pueden mejorar notablemente los resultados sanitarios y el bienestar general ante una crisis creciente relacionada con disfunciones metabólicas que exige acción inmediata.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
7% |
Porcentaje de adultos en EE.UU. que tienen salud cardiometabólica óptima. |
93% |
Porcentaje de estadounidenses afectados por disfunción metabólica. |
5% |
Aumento del riesgo de diabetes tipo 2 por cada 100 gramos adicionales de alimentos ultraprocesados consumidos diariamente. |
50% |
Probabilidad reducida de tener salud cardiometabólica óptima en adultos con menos educación comparado con aquellos con más educación. |