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Opinión

11/12/2018@11:31:56
Cuando hace unos días Benjamín Netanyahu realizó un viaje relámpago a Bruselas para entrevistarse con el Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo estaba claro que por delante un tema que hacía a la seguridad de Israel.

Desde el mismo momento que despertó la conciencia humana su primer deseo fue intentar aplicar el mejor Orden posible al tremendo Kaos que tenía enfrente.

Un artículo de Víctor M. Mengual Arrufat.

Mientras la humanidad, en su visión de especie, actuó con mirada y ensoñación infantil, lo hizo al amparo de sus dioses. El ser humano por sí mismo no podía conocer ni decidir nada…

El ómnibus del plantel de Boca Juniors que iba a jugar la final de la Copa Libertadores en el estadio de su rival, River Plate, dobló en una esquina donde los hinchas locales tiraron piedras hiriendo a jugadores. El partido se suspendió. Ahora todos intentan encontrar un responsable, sin ir al fondo.

Ya se ha expresado claramente en el artículo dedicado a la visión adolescente que la humanidad, como Especie, en lo que se refiere a la evolución de su mente y forma de pensar y evaluar, corresponde a la de un adolescente medio. Quizá a lo que los técnicos denominan, un adolescente tardío. Esta termina a los veinticuatro años. Como grupo pensamos y actuamos como un joven de veinte a veintidós años lo haría.

El 15 de noviembre de 2017 se pierde contacto con el submarino ARA San Juan (S42), de la Armada Argentina, con 44 personas a bordo que, evidentemente, no estaba en condiciones de navegar.

Por tal entendemos la de aquella persona que se siente responsable de sus decisiones y trata de adoptar las mismas basándose en los mayores y mejores Conocimientos posibles.

Dos ironías se dieron en la reciente cumbre del G20 en Buenos Aires. Por un lado, el demócrata Macri recibió con honores al líder del hegemónico partido comunista chino que puja por el “libre comercio” contra el “campeón del capitalismo”, EE.UU.

Ha habido elecciones en Andalucía, y sus resultados se han vivido como nacionales, al menos así lo ve mi viejo marino que ha aparecido esta mañana con todos los periódicos locales a tomar nuestro café.

Cuando llegué al café encontré a mi viejo marino leyendo el periódico. Me señaló una crónica y me comentó…

Trescientos años después tal parece que la historia tiene ganas de repetirse en España en una obra de poder y ambición, traiciones y pactos, con parecidos argumentos y muy similares protagonistas.

En 2013, analicé los mensajes icónicos de los billetes de curso legal de la Unión Europea (U.E.), que utilizamos todos los días, sin reparar en los contenidos subliminales vehiculados por ellos.

Hoy mi viejo marino, lejos de su habitual talante, estaba triste, se le notaba molesto, algo mohíno y enfurecido. Al llegar sorbí mi café, le miré al rostro y le pregunté cuáles eran los motivos de su semblante.

Ya puestos, reconozcamos que en general, la talla intelectual de nuestros políticos ha experimentado una considerable pérdida de nivel, comenzando por los del partido del Gobierno.